Cristiano Ronaldo causó una verdadera revolución en su viaje a Irán por el debut del Al-Nassr de Arabia Saudita en la Champions Asiática frente al Persépolis FC.

El arribo del plantel del Al-Nassr con el portugués en la delegación provocó la explosión anímica de los fanáticos del fútbol y la política, que pudieron llegar a un acuerdo histórico de levantar la prohibición del ingreso de los ciudadanos árabes en tierras iraníes.

En primer lugar, CR7 fue recibido en el aeropuerto por las autoridades locales con un lujoso regalo: una costosa alfombra persa valuada en miles de euros. El jugador se mostró interesado en el presente y agradeció este producto que tenía su nombre impreso.

A la salida del aeropuerto, miles de fanáticos iraníes lo esperaron para sacar una foto de su ídolo y lo acompañaron con el micro durante varios kilómetros para demostrarle el afecto hacia el portugués. Carteles, banderas y fotos llevaban los aficionados, que le regalaron a CR7 un momento para volver a dejar en claro que es una figura pública invaluable.