Los insultos indebidos, inapropiados e indignos que ha recibido Vinicius a lo largo de estos años en la elite española volvieron a estar en boca del mundo entero. Después del episodio de furia vivido en Mestalla donde al brasileño le gritaron de todo y él acabó explotando, la discriminación se transformó en trend topic futbolero.
Valencia tomó la decisión de expulsar de por vida a los fanáticos identificados que atacaron verbalmente al sudamericano. Una medida casi similar había acontecido en Inglaterra cuando Liverpool sancionó hasta la eternidad a un hincha por invadir el campo de juego.
Medidas ejemplares son las que podrían acabar con un flagelo tan enorme como la discrminación. Claro que a veces el problema también está puertas adentro cuando los fanáticos del Merengue le echan en cara a su eterno rival de la capital las últimas finales perdidas.
Los hinchas del Real Madrid, filmados e incluso repitiéndolo en redes sociales, entonan «indios decime qué se siente» hacia el Atlético Madrid. Ese apodo, ya fuera de época, estaba también vinculados al gran número de sudamericanos que fichó el Colchonero en los setenta y que venían con peinados largos desde el otro lado del océano.
Y aquí no se tratará de quién haya tirado la primera piedra fue la afición rojiblanca también ha cantado contra Vinicius. Y así, en diversos estadios, La Liga también ha sufrido la discrminiación con otros grandes protagonistas como Iñaki Williams que, en las últimas horas, se sumó a la defensa del brasileño.
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