Historia rara la de aquél combinado Celeste que tenía material de sobra para hacer un gran Mundial y terminó despidiéndose sin pena ni gloria de Italia 90. Con jugadores de renombre, un planel exquisito, y un presente magistral en el ámbito local, el seleccionado charrúa se llevó pocas alegrías de la cita máxima a la cual llegó con los pergaminos de haberle hecho frente a quienes terminaron dentro de los primeros cuatro puestos.
Claro está que no es lo mismo una Copa América o un amistoso que un partido con todos los ojos del globo terráqueo posados sobre veitindós jugadores. Sin embargo, en el corto plazo preparatorio para la Copa del Mundo, supo ganarle a Inglaterra y Argentina así como también empatar con Italia y Alemania.
Con Peñarol ganando la Libertadores en 1987 y Nacional en 1988, el fútbol charrúa atravesaba un gran momento. No obstante, Óscar Washington Tabárez no sólo llevaba al representatio del país un cúmulo de profesionales que brillaban en el Carbonero o en el Bolso. El ´Maestro´ pudo se daba el gusto de repatriar nueve deportistas que estaban en Europa y uno en México.
Italia, tercero en el Mundial 90, jugó un amistoso con Uruguay en abril de 1989 que terminó igualado en uno. El tanto de la Azzurra fue obra de Roberto Baggio que abría la cuenta en Verona pero, cerca del epílogo, Carlos Aguilera, estampó el 1 a 1 decisivo.
Tres meses después, y bajo el marco de la Copa América, los de Tabárez despacharon a Argentina con un 2 a 0 inolvidable producto de un doblete de Rubén Sosa que los llevó a jugar, ante Brasil y en Río de Janeiro, por la obtención del bicampeonato continental.
El buen andar de Uruguay tuvo en abril de 1990 un épico cotejo frente a Alemania en Stuttgart. El «Pato» Aguilera abrió la cuenta en el inicio del segundo tiempo para la escuadra charrúa. Lothar Matthäus igualó al cuarto de hora y rápidamente Rudi Völler puso en ventaja a los de Franz Beckenbauer. La parda volvió al marcador gracias al gol de Santiago Ostolaza pero, ni bien movieron del medio, Jürgen Klinsmann batió la resistencia de Eduardo Pereira. Eso sí, la alegría duró poco para los germanos ya que, 180 segundos más tarde, Felipe Revelez puso el 3 a 3 definitivo.
Y el broche de oro ante quienes culminaron en los primeros cuatro puestos de Italia 90 se dio poco antes del inicio del Mundial cuando La Celeste silenció Wembley con un mítico e inolvidable 2 a 1. Ostolaza de cabeza anotaba el 1 a 0, John Barnes emparejaba el asunto en la complementaria, y un magistral tiro libre de José Perdomo le dio la victoria a los de Tabárez que llegaban a la Copa del Mundo bastante afilados.
La lista de buena fe del «Maestro» tenía jugadores de renombre como Enzo Francescoli, admirado un botija de aquél entonces llamado Zinedine Zidane, Rubén Paz que tras ser campeón con Racing había migrado al Genoa de Italia, el potente Rubén Sosa que descollaba en la Lazio, Antonio Alzamendi y su olfato goleador jugando en el Logroñés de España, el «Pato» Aguilera, Pablo Bengoechea, y Nelson Gutiérrez entre otros.
Sin embargo, Tabárez también le dio confianza a muchos deportistas del ámbito local que pedían pista y tenían rendimientos magistrales como Gabriel Correa, Daniel Fonseca, y un jovencio llamado Sergio Daniel Martínez más conocido en Sudamérica como ´el Manteca´.
Con el prólogo de no haber perdido ante Alemania ni Italia y de haber vencido a Inglaterra y Argentina, sumado a una eliminatoria casi perfecta y sin poder machacarle la derrota en la altura de La Paz, la Selección de Uruguay arribaba a Italia 90 con el indiscutbile traje de candidata a dar pelea por el título que no conquistaba hace cuatro décadas. Sobraban los motivos para ilusionarse.
En el debut con España, la Celeste mereció mejor fortuna. Andoni Zubizarreta le tapó un gran remate a Alzamendi y otro a Sosa que, en la complementaria, mandó un penal a la tribuna. Rubén Paz tuvo una ocasión también para guardarla en un rincón pero careció de puntería. El 0 a 0 era mucho premio para los europeos y un dolor de cabeza para los charrúas.
Lejos de su mejor performance, Uruguay se enfrentó en segundo turno con Béglica sufriendo una caída categórica por 3 a 1. El gol de Pablo Bengoechea sólo sirvió para maquillar que algo no andaba bien en la escuadra del «Maestro» Tabárez. Sin embargo, y en el encuentro más accesible de la zona, el elenco sudamericano derrotó a Corea del Sur agónicamente con el grito de Daniel Fonseca y acalló las dudas metiéndose en octavos de final.
Su andar distaba mucho del que había mostrado, incluso, meses anteriores. En la ronda de dieciséis se cruzó con el dueño de casa y así se acabó definitivamente el sueño de La Celeste por acceder a instancias decisivas en una Copa del Mundo y con un plantel tan rico que le costó muchísimo volver a encontrar notables piezas para armar un seleccionado que diese pelea en el futuro.
El paso de Uruguay por Italia 90 fue con más pena que gloria. Si le ganaban a España la historia hubiese sido otra posiblemente pero el fútbol jamás vivió de especulaciones. Sólo el gran recuerdo de no haber perdido con quienes terminaron en los cuatro puestos más importantes de aquél Mundial fue el dulce que los de Tabárez pudieron saborear una vez de regreso en casa.
LISTA DE BUENA FE DE URUGUAY EN ITALIA 90
1 – Fernando Álvez (Peñarol)
2 – Nelson Gutiérrez (Verona de Italia)
3 – Hugo de León (River de Argentina)
4 – José Herrera (Figueres de España)
5 – José Perdomo (Genoa de Italia)
6 – Alfonso Domínguez (Peñarol)
7 – Antonio Alzamendi (Logroñés de España)
8 – Santiago Ostolaza (Cruz Azul de México)
9 – Enzo Francescoli (Olympique Marsella de Francia)
10 – Rubén Paz (Genoa de Italia)
11 – Rubén Sosa (Lazio de Italia)
12 – Eduardo Pereira (Independiente de Argentina)
13 – Felipe Revelez (Nacional)
14 – José Luis Pintos Saldanha (Nacional)
15 – Gabriel Correa (Peñarol)
16 – Pablo Bengoechea (Sevilla de España)
17 – Sergio Daniel Martínez (Defensor Sporting)
18 – Carlos Aguilera (Genoa de Italia)
19 – Daniel Fonseca (Nacional)
20 – Rubén Pereira (Danubio)
21 – William Castro (Nacional)
22 – Javier Zeoli (Danubio)
DT – Óscar Washington Tabárez