Se lo vio por el piso una y otra vez. Llegó entre algodones y terminó la zona de grupos con el tobillo completamente inflamado. Lo cierto es que un informe realizado por la FIFA en aquél Mundial y hace exactamente 30 años afirmaba que Diego Maradona fue quien más infracciones recibió en la primera ronda de la Copa del Mundo.
Al «Pelusa» lo derribaron en 28 oportunidades. O, al menos, en esa cantidad de veces los árbitros le cobraron tiro libre en favor de la República Argentina. A razón de nueve pelotas paradas por cotejo generó el astro del Nápoli que quería jugar a como dé lugar contra Brasil por octavos de final de la máxima cita del deporte más maravilloso de todos. El primer puesto era para el capitán de Argentina, al segundo le cometieron foul en 15 oportunidades, 13 veces menos que al ex Barcelona.
En los otros cuatro partidos mermaron la cantidad de patadas que le tiraron al pibe de Villa Fiorito para redondear un total de 50 infracciones recibidas, tres menos de las que le proporcionaron en México 86. Y si bien no vale como un título, desde que FIFA empezó a contabilizarlas, nadie ha podido desbancar a Maradona del primer puesto en los Mundiales con un total de 152 faltas que le cometieron en las cuatro ediciones que estuvo presente, desde España hasta Estados Unidos.
Para los medios existían dudas de la presencia del Diego ante Brasil. Con sólo ver el tobillo completamente inflamado, sumado al parte médico que añadía posibles lesiones en los cartílagos, posiblemente hubiesen optado por no arriesgarlo. Pero se trataba del diez, del capitán, del héroe. Carlos Bilardo, el DT, afirmó: «Juega porque tiene un corazón de hierro». Y claramente, una vez más, el surgido en Argentinos Juniors acabó haciendo historia en otra Copa del Mundo.