El Nerazzurri viajó hasta la Emilia-Romagna con el pecho inflado tras una laboriosa victoria ante Barcelona por Champions League. Si bien no fue un compromiso simple porque el Neroverdi lo puso en aprietos, la escuadra de Lombardía se recuperó de dos caídas en fila por Serie A y celebró el triunfo por 2 a 1 con goles de Edin Dzeko.
Las más claras del primer tiempo fueron del Inter de Milan aunque, el dominio de las acciones, le pertenecía al Sassuolo. Antes del cuarto de hora, Denzel Dumfries desbordó y le puso una pelota perfecta a Lautaro Martínez que falló bajo el arco. Sin embargo, antes del entretiempo, la fórmula se repitió con mejor resultado.
A los 43 minutos del capítulo inicial, la visita dibujó otro avance por banda derecha. El neerlandés quiso combinar con el argentino pero el fondo local logró despejar justo al tiro de esquina. De ese córner llegó el cabezazo de Dumfries que bajó la redonda para que Dzeko, con un derechazo mordido, ponga el 1 a 0.
Sassuolo asumió la responsabilidad de igualarlo cuanto antes y lo consiguió al cuarto de hora de la complementaria gracias a un centro de Rogerio por el costado izquierdo y la posterior entrada de Davide Frattesi que le ganó la espalda a Alessandro Bastoni y no perdonó al camerunés, André Onana.
El Nerazzurri reaccionó a tiempo cuando parecía abatido, cansado, y carente de ideas. Lo fue a buscar y encontró el triunfo a quince para el final cuando Henrikh Mkhitaryan mandó un centro desde el flanco izquierdo para que Dzeko, con un frentazo e interponiéndose a Gianmarco Ferrari le diera otra sonrisa a los de Simone Inzaghi.
Sassuolo no mereció perder pero el fútbol ha demostrado una vez más que jamás entenderá de merecimientos. En la Emilia-Romagna, fue Inter quien ganó 2 a 1 para cortar una racha de dos derrotas en fila por Serie A y continuar con ese sabor dulce que le había dejado la victoria ante Barcelona por Champions League.
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