El Nerazzurri se quedó con el partido de ida de los cuartos de final de Champions League y lo consiguió en condición de visitante. Los dirigidos por Simone Inzaghi triunfaron por 2 a 0 ante los Encarnados en la noche de Lisboa gracias a los goles de Nicolò Barella y Romelu Lukaku.
Fue un primer tiempo con pocas emociones y una complementaria que se abrió gracias a tempranero gol de Inter. Con intermitencias, Benfica generó algunas situaciones aunque también pudo recibir una derrota aún más dura por lo que la serie quedó totalmente abierta al próximo juego en el Giuseppe Meazza.
El dueño de casa arrancó mejor con un centro de Alejandro Grimaldo que dio en el pecho de Barella y se la dejó servida a un Rafa que aprovechó, fusiló, y André Onana tapó con el pecho. Un rato más tarde, los de Roger Schmidt llegaron con un derechazo cruzado de João Mário que salió apenas ancho.
Inter se acomodó en la cancha y terminó apenas mejor la primera mitad. Los Inzaghi asustaron con un zapatazo de media distancia de Francesco Acerbi aunque, sus mejores cartas y ese rostro lavado, les dio su premio en el inicio de la complementaria cuando inflaron las redes del Benfica.
A los 5 minutos del segundo tiempo, Alessandro Bastoni levantó un centro desde la izquierda y encontró el cabezazo de Barella que le cambió la trayectoria al esférico para dejar sin respuestas a Odisseas Vlachodimos. Los locales sintieron el golpe y fueron a buscar el empate.
La complementaria volvió a tener una buena faceta del Benfica. Antes del cuarto de hora, Denzel Dumfries se lo sacó en la línea a Rafa. Más tarde lo tuvo Alejandro Grimaldo con un zurdazo que se fue apenas desviado. Y el resto fue todo del Inter que volvió a acertar para tener una ventaja mayor de cara al partido de vuelta.
Apenas pasada la media hora del período decisivo, Dumfries se transformó en pieza clave. El zaguero pudo marcar el segundo con un cabezazo que tapó Vlachodimos y que, en el rebote, el alemán volvió a ganarle al defensor del Nerazzurri.
Sin embargo, un rato más tarde, el neerlandés lanzó un envío aéreo que dio en la mano de João Mário. El árbitro, Michael Oliver, tuvo que apoyarse en el VAR y terminó sancionando un penal para la visita. Del mismo se hizo cargo Lukaku que no falló y puso cifras definitivas.
Benfica no pudo hacerse fuerte en casa aunque, por cómo se desarrolló el partido, terminó saliendo prácticamente ileso y con chances de revertir en Italia. El festejo, como visitante, fue de Inter que ganó por 2 a 0 para dar un gran paso y poder definir la serie con más oxígeno el próximo miércoles en el Giuseppe Meazza.
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