El Consejo de Deportes de Abu Dabi oficializó que la ciudad será sede de la Supercopa Argentina. La próxima edición de esta copa nacional del fútbol argentino se disputará a más de 13.500 kilómetros de la AFA.

“El próximo enero de 2023 Abu Dabi será sede de la Supercopa Argentina como parte del acuerdo de asociación estratégica entre el Consejo de Deportes de Abi Dabi y la Asociación del Fútbol Argentino, que se extiende por cuatro años”, anuncia el comunicado publicado por el ente gubernamental del Emirato.

Lo que empezó a tomar fuerza en las últimas semanas terminó confirmándose en las últimas horas, el Fútbol Argentino mudará una de sus copas nacionales a Emiratos Árabes Unidos durante los próximos cuatro años.

A la espera de lo que AFA informe al respecto se espera que el próximo enero se dispute la Superopa Argentina 2022, misma que enfrentará al Campeón de la Liga Profesional 2022 y la Copa Argentina 2022.

Vale recordar que la Supercopa Argentina, disputada desde 2012, tuvo su última edición en 2019. River venció a Racing en un partido que se terminó jugando en marzo de 2021 como consecuencia del impacto de la pandemia de Coronavirus en los calendarios.

Queda pendiente la Supercopa Argentina 2020 y 2021, también modificadas por la pandemia. La Copa Argentina 2019-20 se terminó completando en diciembre de 2021, por lo que solamente hay un campeón de ese torneo sin disputar la Supercopa correspondiente (Boca).

Boca también ganó la Superliga 2019-20, por lo que River sería el segundo finalista de la Supercopa pendiente al haber sido subcampeón de ese torneo. En simultáneo River fue también el Campeón de la Liga Profesional 2021, año que no tuvo una Copa Argentina propia.

En definitiva, Boca y River deben jugar la única Supercopa adeudada, todavía sin fecha a definir. Y todo hace pensar que será en Emiratos Árabes Unidos, bien lejos de Núñez y de La Boca, bien lejos del corazón de nuestro fútbol.

Ojalá este acuerdo estratégico impacte en la infraestructura del Fútbol Argentino, en el saneamiento económico de los clubes, en la mejora de los estadios, en la promoción de un fútbol femenino verdaderamente profesional, en el bienestar y formación de los juveniles que viven en la pensión de las instituciones.

Soñar no cuesta nada.