HUNGRÍA 2 – RUSIA 3: DEL BOLSHOI AL SUSTO

Los Osos Tricolores ganaron en Budapest y quedaron como líderes absolutos en su grupo de la UEFA Nations League. El elenco de Stanislav Cherchesov pasó de ser Maya Plisétskaya en el Puskás Arena, a sufrir con el ajustado 3 a 2 que le propinaron a los Magiares Mágicos que reaccionaron tarde en su propia casa.

Efectividad, potencia, ideas claras y una cuota de fortuna le permitieron a Rusia quedarse con un durísimo partido frente a Hungría en la tardenoche europea. El dueño de casa salió con otra actitud a jugar la complementaria, recibió una estocada prácticamente desde los camarines, y no le alcanzó todo un período para remotar un 3 a 0 que le dio algo de alivio a los vestidos de colorado.

Los Magiares Mágicos empezaron mejor pero ya, a los 4 minutos, sufrieron bastante con un grosero error defensivo. Anton Miranchuk le ganó la espalda en velocidad a Attila Szalai. El ex Rapid Viena de Austria le tomó la patente al atacante del Lokomotiv de Moscú que corrió contra la meta, vio que el arquero salía a achicarle, y optó por sacar un remate que careció de puntería.

Miranchuk tuvo revancha antes del cuarto de hora y, ya curado de espanto, no falló. Daler Kuzyaev desbordó por el carril izquierdo, metió el centro al primer palo, y encontró ahora sí la astucia del mediocampista que, como venía, impactó el esférico para batir la resistencia del Peter Gulacsi que es figura en el fútbol alemán.

Lo que hacía Hungría no lo plasmaba en resultados. Tenía la pelota, se relamía con algún chiche de Dominik Szoboszlai, pero cuando tenía que castigar no sabía como hacerlo o padecía el infortunio. Algo así sucedió cuando Roland Sallai sacó un latigazo con aroma a empate pero, entre tantas camisetas rojas, la bocha fue a impactar en Adam Szalai, un compañero suyo que frenó la parda. Más allá de eso, Rusia apostaba al contragolpe y mal no le salía.

El dueño de casa, pasada la media hora inicial, entró en un lapsus que posiblemente le costó el partido. A los 33 minutos, y después de querer despejar varias veces la pelota de su área, Szalai no pudo reventar bien y le dejó la caprichosa boyando a Magomed Ozdoev que la guardó contra la ratonera derecha de Gulacsi.

Si el 2 a 0 era un resultado duro de asimilar para Hungría, lo trabajado en el entretiempo de hizo añicos cuando a los 44 segundos de la complementaria, Rusia le clavó el tercero. En otro desborde de Kuzyaev, una de las figuras de la tardenoche, la pelota le quedó servida a Artem Dzyuba. El delantero, con mucha clase, se ajustó las botas, bailó una chechotka, mareó a todos y descargó para Mario Fernandes que amplió la diferencia con todo el arco a su merced.

Es cierto que el local contó con ocasiones para vulnerar a Anton Shunin pero también la visita llegaba con riesgo como el bombazo de Roman Zobnin que le sacó astillas al palo diestro de Gulacsi. Sin embargo, en la media hora final, los de Marco Rossi asumieron las responsabilidad de evitar un papelón mayor en casa y colocaron contra las cuerdas a los de Cherchesov.

A los 16 minutos de la complementaria, Zsolt Kalmar metió un pase perfecto desde mitad de cancha entre medio de los centrales rusos. Claro que mejor estuvo Sallai que adivinó la idea y definió con una vaselina hermosa para meter el descuento. No obstante, aún faltaban dos dianas más para el empate, aunque una de ellas no tardaría en llegar.

Iban 24, Szoboszlai se las ingenió para pincha un centro pasado que Barnabas Bese conectó de cabeza y sirvió de asistencia para que el recientemente ingresado, Nemanja Nikolic, empuje la caprichosa al fondo de la red y ponga un 3 a 2 que generaba expectativa, entusiasmo por el lado local, y desesperación en la visita que no quería ser el hazmerréir del domingo de UEFA Nations League.

Los Magiares Mágicos no amainaron su marcha en pos de conseguir el empate pero tampoco lograron inquietar demasiado a Shunin. Los Osos Tricolores se abroquelaron bien en defensa, Cherchesov se rearmó con los cambios, y a lo sumo tuvieron que sufrir un tiro a colocar de Filip Holender que contuvo muy bien el guardameta.

Hungría no pudo sostener la cima del grupo que había conseguido el pasado jueves con el triunfo frente a Turquía pero dejó una buena imagen, sobre todo, en la segunda mitad. Rusia, que estuvo 3 a 0 arriba, se impuso por 3 a 2 en un baile que lo llevó a lo más alto de la zona pero que le dejó atragantada la vodka hasta que Maurizio Mariani no marcó el final en la bellísima Budapest.

Acerca de Marcelo Patroncini 20406 Articles
Nació en agosto de 1982. Leonino y soñador. Desde chico jugaba a ser periodista con la máquina de escribir que había en su casa. Amante del fútbol, la gastronomía y los viajes. En 2005 fundó Vermouth Deportivo junto a Fran Alí.
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