La derrota del elenco Azul y Amarillo en Atenas desató un festejo total no sólo puertas adentro para el Barco Pirata que se ilusionó con acceder al repechaje, sino que también fue celebrado por España que sacó una buena ventaja y dependerá de sí misma para llegar a Qatar 2022. En la noche del miércoles los Blanquiazules dieron la nota y vencieron por 2 a 1 a los Vikingos.
Suecia venía jugando bien, estaba dulce, y meterse en la próxima edición de la Copa del Mundo era prácticamente un camino que estaba allanado gracias a las intermitencias futbolísticas de La Furia. No obstante, en su viaje a tierras históricas, perdió con Grecia que pasó de sentirse eliminada a tener grandes esperanzas de alcanzar algún lugar en los playoffs.
No fue la noche del equipo de Jan Andersson. A los 3 minutos pudo abrir la cuenta Mattias Svanberg pero el palo se lo negó. Claro que tampoco parecía ser el encuentro para el dueño de casa porque, más tarde, Vangelis Pavlidis se perdió un gol prácticamente hecho en un contragolpe donde tenía tiempo, espacios, y casi todo el arco a su merced. Sin embargo, el delantero del AZ Alkmaar de los Países Bajos tendría revancha en la complementaria.
El Barco Pirata mostró sus velas y aprovechó el viento a favor en una ráfaga durante la complementaria. Apenas pasado el cuarto de hora, Anastasios Douvikas descargó para Anastasios Bakasetas que frente a los tres palos no falló a pesar de la estéril respuesta de Robin Olsen. El infortunio seguía jugándole una mala pasada a los Vikingos que pudieron empatarlo pero el intento de Viktor Claesson se estrelló en el parante diestro de Odisseas Vlachodimos.
El dueño de casa volvió a inflar las redes a los 28 minutos de la segunda parte con un tanto de Pavlidis que empujó un centro desde la izquierda y todo se demoró pues el VAR necesitaba corroborar que no hubiese offsida. Ni la asistencia de video ayudaban a los de Azul y Amarillo que descontaron al toque cuando Robin Quaison capturó un rebote de un violento remate de Emil Forsberg y sopló la redonda en la puerta del área chica.
Suecia, más allá de ir a buscarlo por todos lados, vio como su rival navegaba alejado y tranquilo. Grecia ganó por 2 a 1 para acomodar su rumbo y enderezar el timón. Los palos ayudaron a los Blanquiazules y también a los españoles que, ahora sí, dependen de sí mismos para llegar a la próxima edición de la Copa del Mundo.