La noticia fue inesperada. De hecho él mismo había utilizado su cuenta de Twitter esta mañana para arengar al Xeneize que hoy mismo comenzaba una nueva edición de la Copa Libertadores. No obstante, un paro cardíaco, se llevó la vida a Alfredo Graciani a la temprana edad de 56 años.
Hizo inferiores en Atlanta pero su salto de calidad lo tuvo en Boca Juniors. Le tocó debutar, en una derrota ante Altos Hornos Zapla, en épocas donde al elenco de la ribera no le iba realmente bien. La peleó y se ganó un lugar no sólo en el corazón del hincha sino también un puesto de respeto en el fútbol argentino.
El «Murciélago» estuvo también una temporada en Racing, otra en Deportivo Español, y después militó en el ascenso defendiendo la pilcha de Atlético Tucumán y Argentinos Juniors. Ya avanzado en su carrera, tuvo la chance de llegar a Europa donde defendió la camiseta del Lugano de Suiza para retirarse de la actividad profesional en el Caracas de Venezuela con sus jóvenes 33 años.
El delantero quedó en la retina y en la memoria de un fútbol ochentoso y noventoso. Esos goles en Boca Juniors, su nombre vinculado a las alegrías en el área opuesta, no se olvidarán en ningún momento. Le tocó volar al «Murciélago» y lo peor de todo es que fue repentino. Qué en paz descanses, Alfredo Graciani.