El entrenador del Tatengue terminó muy enojado con la determinación que tomó el árbitro del encuentro en la puntual jugada donde Lautaro Gianetti tomó la pelota con sus manos dentro del área.
A Fernando Rapallini seguramente le llegue algún tipo de sanción si el cuerpo arbitral no quiere seguir teniendo problemas. Tal como sucedió en Independiente-Colon, cuando Paolo Goltz agarró la pelota con las manos en el área propia después de un pase de su arquero; Gianetti y Burián recrearon el momento en Liniers.
Después de un saque de arco, Leonardo Burián le alcanzó la pelota a su compañero con el pie; y Gianetti la tomó con las manos (entendiendo que era él quien debía reventar el balón desde la portería).
Ante esta situación, el entrenador del Tatengue salió al choque y cargó contra el árbitro. “Fue penal”, y luego agregó: “después hay una expulsión a Florentín por la entrada a Yeison Gordillo. Es muy clara, porque ahí la vemos todos”.
Una vez más, el arbitraje argentino quedó en el ojo de la tormenta y nuevas polémicas se desatan en el fútbol local.
