Un nuevo milenio empezaba, un nuevo campeonato de Fórmula 1 estaba en ciernes, donde se renovaban las ilusiones de las cuales BAR no era la excepción. En ese año 2000, donde la supremacía de Ferrari comenzaba a dar sus frutos, la escudería de Brackley soñaba pelear mano a mano con los de Maranello y Woking (Mclaren), ya que contaba con la siempre confiable motorizacion japonesa, Honda, que volvía a las pistas como proveedor de motores después de 8 años y 3 exitosas campañas junto a la gente de Mclaren, teniendo a Ayrton Senna como punta de lanza de aquellas conquistas.
Comenzaba la temporada en Australia con ambos pilotos (Jacques Villeneuve y Ricardo Zonta) en los puntos -4to y 6to respectivamente- por lo que fue un inicio auspicioso para BAR; Sin embargo, la realidad reflejaría que lo acontecido ese fin de semana sólo fue un espejismo de sus pretenciones ya que, una vez más, esas millonarias inversiones nunca llegarían a buen puerto.
Veinte timoratos puntos conseguidos en su mayoría por cuatro cuartos puestos del hijo del gran Gilles Villeneuve fueron solo el principio de años en los que la fiabilidad, y sobre todo la constancia en la evolución del coche, nunca se amigaron de la escudería de la tabacalera.
Los tres campeonatos siguientes (2001/02 con el francés Olivier Panis, 2003 tomó el lugar Jenson Button -quien logró mejorar lo hecho por los anteriores en su posición- como segundos pilotos) culminaron con resultados similares: apenas dos milagrosos (debidos mayoritariamente a abandonos de otros corredores) podios de un JV que, desmotivado por los malos resultados, el flojo desempeño de su escuderia, sumado a la ida de Craig Pollock (su amigo y el que lo embarcó en esta aventura) decidió dejar el equipo a un GP de culminar ese año que gracias a los resultados de Button, matizaron una temporada en la que se podía vislumbrar un buen porvenir.
Lo que nadie imaginó es, a pesar de una sombría mejora en 2003, lo que iba a suceder en la siguiente campaña (2004) cuando todos esos sinsabores y años de resignación parecían que de a poco iban a ir quedando de lado… Continuará.