Seguramente se trate de uno de los cumpleaños más felices de la vida del Canario. Su estadía en el Nacional B y el sueño de quedarse en dicha categoría irán de la mano cuando sus hinchas pidan los tres deseos en este septuagésimo sexto aniversario del club.
Fundado un 9 de febrero de 1941, el Club Social y Deportivo Flandria había comenzado con sus actividades en 1928 gracias al espacio que le había dado un empresario algodonero belga, Julio Steverlynck, a sus empleados. Allí ellos podían recrearse y competir frente a otras instituciones de la zona pero a la hora de los papeles, el origen se estableció a principios de la década del cuarenta.
En los primeros años alternó entre la Primera D y la Primera C. Las primera figura que salió del elenco amarillo recaló en el Racing Club de Avellaneda que, de memoria, obtuvo títulos a finales de los cincuenta y principios de los sesenta. Así fue como Pedro Mansilla dio el salto para luego ser parte de una de las delanteras más gloriosas del fútbol argentino junto a Orestes Omar Corbatta, Juan José Pizzuti, Raúl Belén, y «El Marqués» Rubén Sosa quien más tarde jugaría en la entidad de Jáuregui.
Más tarde aparecieron apellidos de la talla de Carlos Dantón Seppaquercia quien tiene el récord del gol más rápido del fútbol argentino en Primera División al patear desde el círculo central en un cotejo entre Gimnasia de La Plata y Huracán. Ya en el nuevo milenio, de la cantera del Canario, dio sus primeros pasos «El Pichi», Juan Ignacio Mercier. Así el club fue alternando buenas y malas, soportando el cierre de la Algodenera Flandria en la década del noventa y las terribles inundaciones de los últimos años.
Flandria cumple 76 años de vida y a mediados de 2016 tuvo el mejor regalo en cuanto a lo deportivo. El ascenso al Nacional B y el codearse con club de la segunda categoría es algo de lo que disfruta este pueblo amarillo que hoy tiene motivos de sobra para festejar un nuevo aniversario. ¡Salud, Canario!