Volvió a su viejo amor, al que ya había regresado cuando los flashes de Primera no lo encandilaban y él, en sus ratos libres, se hacía una escapada hasta el Carlos V para ver al Canario. En Jáuregui, se confirmó el octavo refuerzo y fue nada más y nada menos que Claudio Pérez.
El «Chiqui» que supo jugar en Tigre, Belgrano de Córdoba y Boca Juniors, nació futbolísticamente en Flandria y tras una década eligió volver a su cuna. Sin mucho lugar en Banfield, emigró al fútbol mexicano para probar suerte en el Puebla. No obstante, el retorno a su país, lo llevó a la entidad donde forjó su trayectoria.
Se había ido Williams Riveros y la defensa había quedado diezmada. Incluso la decisión de Mario Mussón de colgar los botines llevaba a que la dupla Favio Orsi – Sergio Gómez recupere una voz de mando en la última línea. Y así fue como, entre gallos y medianoche, Claudio Pérez regresó al Canario.
A la llegada del «Chiqui», el conjunto de Jáuregui ya había confirmado otros siete refuerzos como el ex Douglas Haig, Alejandro Cabral, el ex Platense, Patricio Rodríguez, Milton Zárate, Mariano Puch, Diego Medina, Iván Ramírez y Leonardo Villalba. Así, Flandria, de a poco, se mete en el mercado de pases y sueña con armar un rico plantel para afirmarse en la B Nacional.