Flandría perdió como local por la mínima diferencia frente a Defensores de Belgrano y perdió la chance de alzarse a lo más alto de la tabla. Luciano Goux fue el encargado de dejar a todos los presentes en el Carlos V, llenos de furia.
En la primera parte del cotejo, los equipos se dedicaron a sacarse chispazos. Muchas amarillas, demasiado roce, mucha prepotencia y poco fútbol. En esa disputa, Flandría proponía un poco más que Defensores y eso se vio plasmado porque la única jugada de peligro en esta etapa la tuvo el local. Lucas Vicente, desde afuera del área, sacó un tremendo zapatazo al travesaño y la pelota casi entra en el rebote pero los diridos por Rodolfo Della Picca se salvaron.
Para el complemento, Alejandro González casi abre el marcador a los pocos segundos de haber comenzado pero Anconetani lo dejó con las ganas, aunque se veía que nuevamente el Canario quería tener la iniciativa pero todo se fue diluyendo. Cuando iban aproximadamente 20 minutos, la lluvia ya había empezado a ser molesta, y pese a que la hinchada local no paraba de alentar, Flandria comenzaba a sufrir abajo y termino pagándolo sobre el final, con una pelota parada cuando Goux agarró un rebote y sentenció el partido que el conjunto de Sergio Gomez no pudo empatar ni con ese mano a mano que perdió Agustín Goñi.
De esta manera, el Dragón se llevó los tres puntos en un partido que terminó como se jugó a los empujones entre los dos equipos, que tuvo que separar la policía, pero ya no podrían cambiar el resultado, el tren de la punta se les había ido.
