El crecimento exponencial de la entidad de Villa Lynch en la última década no hubiese sido posible sin el empuje, el esfuerzo, y la ilusión del recordadísimo Carmelo Santoro. Él, junto a un grupo de ferroviarios, decidieron darle vida un 21 de mayo al Furgón quien hoy celebra siete décadas de vida.
Varios ramales tenían su club. Estaba el ya conocidísimo Ferrocarril Oeste, también el Ferrocarril Midland, y varias entidades que surgieron del trayecto del Central Córdoba que atravesó provincias y dejó huella por doquier. Sin embargo, el Urquiza con su cabecera en Lacroze, llegaba incluso hasta Paraguay pasando por Posadas, Apósteles, Paso de los Libres, Federación, Zárate y demás. Tantos kilómetros de vías necesitaban una representación el fútbol argentino.
Por eso mismo, Santoro y su gente fundaron hace exactamente 70 años al Club Ferrocarril Urquiza para que sus empleados tuvieran un espacio donde disfrutar, recrearse, gozar, y tener cómo divertirse en sus ratos libres. No obstante, recién pudo unirse a los torneos de AFA dos décadas más tarde del corte de cinta.
Histórico equipo de la Primera D, vivió entre la menor de las categorías y las desafiliaciones, hasta que se fusionó con la Universidad Abierta Americana. Tras ser aprobado por la asamblea, el centro educativo comenzó un trabajo exhaustivo no sólo para profesionalizar y perfeccionar ciertas disciplinas sino también con el objetivo de tener «un deportista educado».
Actualmente UAI Urquiza, amplió la cantidad de lugares de esparcimiento, recreación. Su plantel masculino milita en la Primera B Metropolitana mientras que el femenino conquistó cinco títulos de la máxima divisional y hasta un tercer puesto en la Copa Libertadores. En vóley, sus equipos enseñan su potencial en torneos metropolitanos y división de honor. También tuvieron grandes años de futsal.
Fundado un 21 de mayo de 1950, el Furgón hoy celebra setenta años de vida. Tal vez no tenga las raíces del origen pero también es cierto que hoy en día el ramal tampoco es el mismo. Y, a decir verdad, buscó una manera de reinventarse que le hizo bien al fútbol en general para dejar los pálidos resultados en el olvido y también llevar a sus protagonistas por las vías de la educación. ¡Felices 70 para el emblema de Villa Lynch!
