Intentaron los Azulgranas en Maturín pero el 1 a 0 no les alcanzó para revertir el 3 a 0 que habían sufrido en Chile. Los ruleteros, a pesar de la derrota en Venezuela, pasaron de fase en esta edición de la Copa Libertadores y esperarán al ganador de la llave entre Estudiantes de La Plata y Audax Italiano.

El primer tiempo fue entretenido con llegadas en ambos costados. Allí, posiblemente, empezaron a desarmarse las ilusiones del Monagas que no concretó tres situaciones claras para achicar diferencias con un Everton que jugó de contragolpe y también tuvo de las suyas.

A los 9 minutos los de Viña del Mar probaron suerte con Ismael Sosa. El surgido en las inferiores de Platense encontró la respuesta de Nicolás Carpio. Cuando iban 24 llegó el dueño de casa con un buscapié de Edanyilber Navas que Franklin González no logró conectar en la puerta del área chica.

Antes de la media hora inicial, Monagas se salvó de quedarse sin alma pero el palo derecho de Carpio le negó el festejo al argentino, Lucas Di Yorio. Después, los locales reaccionaron y fue Everton quien terminó pasándola mal con un tiro que tapó el «Tuto», Fernando de Paul.

Los Azulgranas le pusieron algo de ilusión a sus esperanzas porque abrieron la cuenta en la primera acción de la complementaria. En la segunda jugada de un córner, Óscar González metió un zapatazo rasante que infló las redes y le devolvió las ganas a los dirigidos por Jhonny Ferreira. Pero el reloj le jugó una mala pasada.

El ingreso de David Martínez, con apenas 16 años, era lo más claro del dueño de casa hasta que se quedó con diez hombres por la expulsión de Luis Guerra. Los linderos al océano Pacífico, sobre el cierre, pudieron empatarlo con Di Yorio que, en el primer tiempo, también había fallado en un contragolpe. No obstante, a esa altura, la derrota era lo de menos porque el global los beneficiaba.

Monagas se despidió con la frente en alto de la Copa Libertadores. Everton, que en Chile ganó 3 a 0, se conformó con ello por lo que la caída por 1 a 0 en Venezuela no los privó de meterse en la siguiente instancia del certamen continental por excelencia en América del Sur.