Estudiantes es el único puntero que tiene la Primera B Metropolitana. Y es un hecho justo. Gana partidos difíciles, aprovecha las situaciones que tiene y nunca se da por vencido. Ayer, en el estadio Ciudad de Caseros, disputó un encuentro apasionante frente a Talleres de Remedios de Escalada, donde consiguió un triunfo agónico gracias a un cabezazo sensacional de Diego Figueroa, la figura de la tarde, quien también había abierto el marcador. Caín Fara anotó el gol restante del Matador, mientras que Luciano Arcuri y Agustín Gil Clarotti lo hicieron para la visita. Tras el 3-3 entre Comunicaciones y Platense, el Matador le sacó tres puntos de ventaja al Calamar a falta de cuatro fechas para la finalización del campeonato.
Coraje, audacia, cobardía, amor propio, desesperación y preocupación son algunas de las características ambiguas que tiene el equipo dirigido por el experimentado Juan Carlos Kopriva. Es que Estudiantes disfruta y, a la vez, sufre muchos momentos en los partidos que juega. Frente al Rojo, en la primera mitad y hasta los 15 minutos del complemento se dieron las primeras cuatro descripciones. Figueroa, el histórico del Pincha, puso el 1 a 0 parcial a los 11 tras aprovechar un gran centro de Matías Rosso y cabecear debajo del arco. La anotación fue fruto de la presión y precisión que tuvo hasta ese momento. La claridad pareja se vio reflejada durante todo ese período, donde tuvo varias posibilidades para extender el resultado.
En la segunda parte del partido, a los 7, una conexión entre Eric Tovo y Fara terminó en el 2 a 0 luego del otro gol que llegó por la misma vía que el anterior. Pero después se notaron los factores restantes porque a los 26 Arcuri dejó en el camino a Rodrigo Saracho, quien tuvo una mala salida, definió y descontó para Talleres. Los dirigidos por Daniel Vicentín llegaron a la igualdad a los 33, gracias a Gil Clarotti. El delantero santafesino empujó la pelota tras la asistencia de Joan Gaona y provocó la desesperación y preocupación en los locales.
Pero Estudiantes no se dio por vencido. A los 43, una recuperación de Matías Villareal derivó en una asistencia para Martín Garay y el juvenil se encargó de habilitar a Figueroa, el hombre del gol, quien cabeceó cruzado y puso el 3 a 2 final tras la nula reacción de Elías Gómez. El Pincha, de esa forma, estiró su invicto como local a 13 partidos de los cuales ganó ocho y empató cinco. Además acumula cuatro consecutivos sin caer, después de la dura derrota frente a San Miguel por 3-0. El triunfo le aseguró seguir como único líder, pero con un plus extra: haberle sacado tres puntos de ventaja a Platense (54). Ahora deberá preparar el próximo desafío que tendrá el viernes al visitar a Defensores de Belgrano, a partir de las 20.05.