Después de haber ganado el partido más importante del semestre (1-0 a Platense), Estudiantes empató 1-1 frente a Tristán Suárez, en el Ciudad de Caseros. Maximiliano Brambillo puso en ventaja a la visita, pero Eric Tovo se encargó de emparejar la historia cerca del final. De esta forma, la punta continúa pintada de negro y blanco. La distancia entre el Pincha y el Calamar se acortó. Los de Tres de Febrero quedaron un punto arriba de los de Vicente López que derrotaron por la mínima a Villa San Carlos.
La intersección de la Avenida Justo José de Urquiza y la calle Lisandro de la Torre volvió a ser el motivo de encuentro para muchas personas de un barrio que anhela el regreso a la segunda categoría del fútbol argentino. Algunos comentaban que si el resultado frente al equipo dirigido por Fernando Ruiz era negativo, la historia iba a ser idéntica a la que vivió en los últimos campeonatos: luchar hasta el final por el ascenso y permanecer en la B Metropolitana. Pero Estudiantes volvió a dar una lección. Demostró que es uno de los grandes de la división y que quiere revancha.
El gol de Brambillo, a los 38 minutos del primer tiempo, asustó a todos los simpatizantes del Matador que sabían de antemano el triunfo de Platense ante el Villero. Sin embargo, a los 42 del complemento, un centro de Matías Rosso, quien reemplazó a Gastón Suso, cayó en la cabeza de Tovo y el defensor lo cambió por gol tras colocar la pelota sobre el palo derecho del arco defendido por Elías Fretes.
Estudiantes volvió a conseguir un resultado agónico y pudo permanecer en soledad, en la cima de la tabla de posiciones. A falta de seis partidos para la finalización del torneo, los dirigidos por Juan Carlos Kopriva saben que la posibilidad de equivocarse es muy pequeña. El sábado, a las 13.30, tendrán un partido duro contra Barracas Central que se ilusiona con poder jugar el octogonal.