El Dream Team que organizó Steve Kerr para disputar la cita máxima en el oriente asiático dio muestras de carácter y, en el segundo encuentro, derrotó sin titubeos a un rival con gran historia pero que jamás pudo hacerle frente.
En Manila se vio una mejor versión de Estados Unidos respecto a la del debut con triunfo ante Nueva Zelanda. En esta ocasión, su oponente fue Grecia que al cabo del primer cuarto todavía estaba a tiro de los norteamericanos con una desventaja de cuatro puntos.
Los helénicos arrancaron con todo y hasta en los minutos iniciales supieron gozar del marcador. Todo ello hasta que el Dream Team encendió la máquina, se encendió con un tapón de Jaren Jackson Jr y pudo cerrar el primer cuarto arriba en el tablero.
Dos volcadas consecutivas camino al cierre de la primera mitad generaron que los norteamericanos pudiesen estirar la brecha dejando en claro que, cuando ellos quisieran, liquidaban el pleito. Ya en los últimos dos cuartos, y con un gran partido de Austin Reaves, la diferencia por momentos superó los 30 puntos.
Grecia le había ganado a Jordania en la fecha inicial y ahora, en el cruce de triunfadores, cayó sin atenuantes contra Estados Unidos. Los de Kerr saben que prácticamente tienen asegurado el uno del grupo aunque aún les reste el pleito del próximo jueves.
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