Bournemouth sorprendió al líder de la Premier League convirtiéndole el gol más rápido del año, y luego estiró diferencias. Arsenal reaccionó para lograr dos descuentos rápido y terminó ganándolo en la última bola con un golazo de Reiss Nelson.
Bournemouth, iniciando la fecha en zona de descenso, golpeó de inmediato, sacando del medio. Ocho segundos tardó el equipo visitante en encontrar el gol de Philipp Billing, aprovechando el pase bajo de Ouattara y la sorpresa de Saliba.
Sin tocar la pelota, ni con diez segundos jugados, ya perdía el líder.
Entones todo fue un monólogo de Arsenal, que hizo figura al arquero Neto y controló los principales aspectos de juego.
Bournemouth, defendiendo su ventaja, supo mostrarse peligroso en cuentagotas. Ramsdale salvó el segundo en el primer tiempo y, ya en el complemento, un gran cabezazo de Marcos Senesi le permitió a los Cherries ponerse 2-0.
La cosa se ponía complicadísima para Arsenal, sin embargo el equipo de Arteta reacionó anotando dos goles en ocho minutos.
Un mal despeje de Neto le permitió a Smith-Rowe meter la pelota de cabeza y habilitar la sorpresiva aparición goleadora de Thomas Partey.
Enseguida un desborde profundo de Reiss Nelson por banda izquierda terminó en el centro el largo del área para la volea de Ben White; Neto la sacó desde adentro y la tecnología confirmó el gol.
Dos ingresados desde el banco para que el líder empate el partido. Y tras una búsqueda desesperada, un clima tenso con el arbitraje (Hubo un claro penal no sancionado) y muchas situaciones de gol, otro relevo le dio a Arsenal la victoria.
Reiss Nelson, en la última pelota del partido, metió un tremendo remate que transitó con limpieza a la poblada área de Bournemouth para consumar un alocado festejo de triunfo por 3 a 2.
Arsenal dio una tremenda prueba de caracter ganando un partido que, si todo sale como sueña, será mencionado como un punto clave de la gesta.
Por lo pronto mantiene la diferencia de cinco con el City, misma que a 30 minutos del final era de dos.