Había sonado el silbato final y Manchester City ganaba el título más grande de su historia en un 2023 soñado. No obstante, lo que todo podía ser fiesta para el conjunto celeste terminó empañándose durante un rato porque Felipe Melo fue directo del banco de suplentes a buscar a dos jugadores rivales.
A pesar de sus 40 años, el histórico centra brasileño aguantó una hora de reloj en cancha y luego fue suplantado por Diogo Barbosa. Desde la banca de relevos vivió los minutos finales y los últimos dos tantos de los Citizens que liquidaron el pleito ante Flu por 4 a 0.
Cuando el polaco Szymon Marciniak decidió por terminar la contienda, Felipe Melo entró al campo de juego directo a buscar a Kyle Walker y a Jack Grealish. Con el primero que se cruzó fue con el capitán de los ingleses y allí se desató una gresca donde tuvieron que intervenir todos los compañeros para evitar males mayores.
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