En Vermouth Deportivo seguimos dándote a conocer el lado futbolero de nuestros basquetbolistas. Por eso, en la edición número 17 de #ElFutbólEnElbásquet charlamos con Pedro Barral, una de las figuras de Obras Basket.
Los jugadores dejan la naranja por un rato y nos hablan de su otra pasión, el fútbol. En esta nota, hablamos con el base de Obras, Pedro Pepo Barral, que es hincha de Racing Club de Avellaneda, club cual fue fundado el 25 de marzo de 1903.
Vermouth Deportivo: -¿Cómo nació tu amor por Racing?
Pedro Barral: –Viene de familia, mi papá es muy fanático. Nunca nos dijo de qué equipo deberíamos ser, solamente se encargó de llevarnos a la cancha varías veces de muy chicos, junto a mi hermano Facundo, y a partir de ahí nos resultó fácil tomar una decisión (risas).
V.D.: -Si en el pan y queso tenés que elegir a sólo uno para tu equipo ¿A quién elegís: Diego Milito o Lisandro López?
P.B.: –¡Que decisión complicada! Es muy difícil, no podría elegir uno sin sentirme mal por el otro (risas). Pero creo que Milito, por toda su trayectoria como profesional, pero más que nada, por el compromiso que sigue teniendo para con el club una vez terminada su carrera deportiva.
V.D.: -¿Cómo hacés en el momento en el que Racing está jugando y vos también?
P.B.: –Primero está Obras, obviamente, así que mis energías y mi concentración están puestas en el compromiso que tenga con el club. Una vez terminado, trato de ver lo que pasó con Racing, algún resumen del partido por la tele, busco en internet o me fijo en redes sociales.
V.D.: -¿Qué campeonato te marcó más: 2001, 2014 o 2018?
P.B.: –El del 2001 sin duda. A pesar de tener tan solo siete años, tengo el recuerdo muy presente de estar festejando en el barrio de donde soy junto a mis familiares y amigos. Quizás no tenía tanta dimensión de lo que era el fútbol, pero si me acuerdo mucho la felicidad, la alegría y la euforia que había en esa plaza.
V.D.: -¿Cómo vivís los clásicos con Independiente? ¿Tenés amigos del Rojo? ¿Existe la típica cargada al rival cuando ganan? Y cuando pierden, ¿contestás o te bancás la cargada?
P.B.: –Antes los vivía mucho más, me ponía muy nervioso. Me sigue pasando, mucho menos, pero me sigue pasando. A medida que fui creciendo, entendí que solamente es un partido de fútbol.
Tengo muchos amigos y familiares hinchas de independiente. Existen las cargadas, obviamente. Creo que en plan de diversión, sin faltar el respeto y dentro de unos límites, son válidas. Porque también hay que reconocer cuando Racing pierde.
V.D.: -¿Cuál clásico recordás más?
P.B.: –El último clásico que se jugó, donde Racing ganó jugando con nueve jugadores. Fue increíble. Tuve la suerte de vivirlo en la cancha desde la platea, y la cantidad de emociones que se vivió durante esa tarde fueron inolvidables.
V.D.: -En el plantel de Obras, hay hinchas muchos hinchas de fútbol, ¿Existe esa cargada en algún entrenamiento o en el grupo de WhatsApp?
P.B.: –Está presente todo el tiempo. El equipo es muy futbolero, hay muchos hinchas de Boca y River. Pero si la broma viene muy pesada, me dirijo al entrenador, Gregorio Martínez, que también es fanático de Racing y la cosa se calma (risas).
V.D.: -¿Hiciste algo loco alguna vez por Racing?
P.B.: –Sabes que no recuerdo (risas).
V.D.: -Imagínate al Pedro Barral de hoy, pero en 1995 en Racing, ¿Qué sería más importante? ¿Ser dirigido por León Najnudel o jugar con Andrés Nocioni?
P.B.: –Hubiese sido una sensación única. Fueron personas determinantes en la historia del básquet argentino. No sé cual hubiese sido más importante, pero sin duda que lo hubiese disfrutado un montón.
V.D.: -¿Cuál crees que es la diferencia entre la selección de fútbol y la de básquet en cuanto a la llegada con la gente?
P.B.: –La popularidad que tiene el fútbol como deporte es mucho más masiva. Lógicamente, eso hace que la gente los siga y que sea el deporte principal del país. Más allá de eso, noto que a partir y generado por la Generación Dorada hubo un antes y un después en cuanto a la repercusión de la selección.