Independiente venció a Huracán en Parque Patricios y tomó impulso en su lucha por volver a los primeros planos de la Liga Profesional. El Globo ofreció muy poco y sus hinchas están en llamas con el entrenador Kudelka.
Huracán tuvo el impulso pero Independiente las situaciones. El Globo salió a imponer condiciones en el Palacio Ducó aunque lentamente el Rojo encontró notables huecos defensivos para probar reflejos de Marcos Díaz, decisivo en el marcador.
El Quemero tuvo su mejor pasaje promediando la etapa inicial, allí cuando Sebastián Sosa se lució con dos grandes tapadas mano a mano, una a Yacob y otra a Quílez.
Pero fue Independiente quien terminaría rompiendo el cero a diez minutos del descanso. Un lateral en campo propio comenzó la maniobra que fue de derecha al centro y del centro a la izquierda, allí donde Silvio Romero rompió en soledad buscando un centro bajo.
Yacob dejó corto su intento de rechazo y Alan Soñora, sin dudar, metió el discreto derechazo que desvió en el camino y desacomodó a Díaz. Ganaba el Rojo cuando menos lo esperaba, aunque ya había juntado méritos para convertir.
El equipo de Falcioni bajó la cortina en el complemento y le entregó la pelota a un Huracán que no tuvo idea de qué hacer con ella. El Globo lateralizó demasiado, abusó de su paciencia, y terminó perdiéndolo casi sin ir nunca a buscarlo; apenas un intento de Lucas Merolla, quien no logró dar potencia de cara a Sosa.
Ganó bien Independiente, fue pragmático cuando tuvo posibilidades de lastimar y supo tomarle el tiempo a un rival en definitiva inofensivo.
Huracán se hunde en todas las tablas, le cuesta horrores hacer goles y su entrenador, Frank Darío Kudelka, no aporta respuestas tácticas ni estratégicas.
