Existen fechas tristemente inolvidables para el calendario argentino y, dentro de ese grupo, hay algunas que, por no ser tan mediáticas, permiten que el pueblo en general las deje en segundo plano. Sin embargo, una de ellas merece el recuerdo permanente por su imborrable desenlace. Un 2 de mayo de 1982, un submarino nuclear de Inglaterra hundió el curcero ARA General Belgrano dejando un total de 323 víctimas fatales. Y hoy, a 38 años, el Fogonero lo recuerda en su camiseta.

La pandemia por el coronavirus no le permitió a Douglas Haig lucir una casaca especial que diseñó Coach Argentina en honor a los caídos en Malvinas. No obstante, y más allá de hacer referencia al conflicto bélico y homenajear a nuestros soldados, la empresa de indumentaria añadió un valor agregado que ninguna firma tuvo en cuenta: enaltecer a los marinos que no pudieron regresar a tierra firme.

«Esta camiseta tiene la historia de las Malvinas en una camiseta. En la parte delantera tiene un fusil, un casco y la fecha de 1982-2020. En la parte interna hay una foto con tres soldados y abajo dice ´nuestros héroes´, todo con la bandera Argentina» afirmó Diego Gattelet, director de la empresa encargada de confeccionar el manto Fogonero.

Añadir al crucero emblemático era completar también la historia de aquél conflicto bélico. «Da el orgullo tanto del club tanto del club como de la empresa por todos los soldados que fueron, los que volvieron, los que estuvieron ligados sin haber ido, y de todos los que no regresaron. Cuando nos ofrecieron poder hacer algo así estuvimos totalmente de acuerdo y se llegó a esto. Creo que es una camiseta por demás hermosa, por donde se la mire es hermosa. Es una lástima que surgió todo este tema del coronavirus y no se va a poder usar, quziás más adelante se use, no se sabe, pero por lo menos la gente lo vio y puede tenerla, llevando en su cuerpo, la historia de las Islas» añadió Gattelet a Vermouth Deportivo.

El ARA General Belgrano fue un buque hundido fuera de la zona de guerra por el HMS Conqueror. El primer torpedo británico directamente arrasó con la vida de 274 tripulantes. Un 2 de mayo de 1982, en otro de los capítulos más tristes pero no por ello menos recordados, se hundió la nave con un saldo fatal de 323 personas y con 770 supervivientes que merecen ser reconocidos tal como lo hizo el Douglas Haig de Pergamino.