En el debut de Sebastián Méndez en el banco velezano es que se sacó la mufa y derrotó con una linda pirueta de Santiago Castro a los del Viaducto en el Amalfitani.
Vélez necesitaba aferrarse a cualquier indicio de esperanza para empezar a salir del mal momento y cumplió con el viejo axioma de técnico que debuta, gana. Así lo hizo ante Arsenal pero no sin sufrir en demasía ante un rival ordenado, aplicado pero sin poder de gol. Acaso los de Sarandí son de los equipos que más genera y que no tiene mal juego pero carece de pimienta arriba. Tuvo buenas chances pero no concretó. Salvadas en la línea y más para un Fortín que no levantaba hasta que cerca del final apareció el juvenil a pura potencia para vulnerar a Alejandro Medina. La única emoción en una noche ídem para los varios hinchas que se acercaron al José Amalfitani.
La victoria le da oxígeno pero sobre todo confianza al elenco de Liniers que atraviesa una gravísima crisis en todos los aspectos. Acaso el gol de Castro le empiece a sacar kilos a una mochila pesada.