No brilló el Blanquinegro pero fue efectivo. Las pocas situaciones que tuvo el conjunto de Pedro Bocca fueron bien aprovechadas en la complementaria para derrotar al Tricolor de Ingeniero Maschwitz por 2 a 0 en el Bajo Flores.

El primer tiempo entre Riestra y Armenio fue nefasto. Lejos de los arcos, tanto Nerón Iriarte como Marcelo Oviedo vieron los 45 minutos iniciales desde lejos. Como muestra de lo flojo que era la contienda, los plateístas se distrajeron durante un buen rato cuando uno de los portones de ingreso al estadio se salió de lugar. La más clara, y quizás la única, fue para el local. Llegando a la media hora de disputa Jonathan Herrera se encontró con el esférico tras un lateral que no pudo contener el guardameta visitante. Sin embargo, a la hora de patear contra la red, le pifió al esférico para tranquilidad de la escuadra de Pulciano Aquino.

La segunda mitad fue distinta, solamente por los goles. En el arranque logró ponerse en ventaja el dueño de casa a través de una gran jugada personal de Braian Sánchez quien, dentro del área grande, quebró la cintura, se sacó la marca de encima y con un fortísimo remate a quemarropa estampó el 1 a 0.

Los de Maschwitz apostaron a buscar el empate con cambios ofensivos pero ni Fernando Canteros, ni Jeremías Ugo Carabelli pudieron gravitar en el Guillermo Laza. En el área opuesta no sucedía mucho porque Riestra se conformaba con el triunfo por la mínima diferencia.

Si bien el Blanquinegro pudo ampliar la ventaja con un tiro libre de Sebastián Soto que se fue muy cerca, tuvo que esperar hasta el final de la contienda para asegurar el marcador. A los 42, y por intermedio de un contragolpe, Herrera clavó el 2 a 0 final en el Bajo Flores.

Deportivo Armenio se fue con las manos vacías y en verdad no propuso mucho en ataque como para llevarse más que un punto. Deportivo Riestra, en cambio, tampoco tuvo un andar arrollador pero embocó al rival en el momento justo y aprovechó las pocas situaciones que generó para alzarse con la victoria en su casa.