La historia de un club como el Deportivo Español no merece vivir este momento de incertidumbre y de resultados adversos. Dieciocho partidos jugados, sólo cuatro ganados y ocupando la penúltima ubicación en el torneo de la Primera C. Estadio de Primera División, que vió pasar glorias como Pedro Catalano, el Puma Rodriguez y tantos otros más… Más de 20 años han pasado desde su última incursión en la máxima categoría, donde se lo ha visto caer en los infiernos, volver a nacer, luchar para volver a ser quien fue, aunque parezca que siempre está corriendo con tiempo de descuento.
En el día de la fecha, no pudo vencer de local a un Luján que se conformó con poco y se llevó más de lo merecido gracias a una jugada desafortunada del arquero local (que podría ir en los Especiales de Lavecchia de fin de año). Las esperanzas, hoy, están puestas en un tal Caruso Lombardi, que llegó al puesto de Manager de la institución para intentar torcer el rumbo (o el destino, imposible de saber).
El «Lujanero» se mostró más firme y compacto en los primeros minutos, a pesar de que el campo de juego estaba en pésimas condiciones para generar buen juego al ras del piso. A los diecisiete minutos, el colegiado (de rendimiento dispar en todo el encuentro), vió penal en el área local, donde Braian Ceballos cambió por gol para poner en ventaja a la visita. Impacto fuerte en el «Gallego», que se paró de contra esperando al error del rival y tuvo que cambiar de táctica sobre la marcha para volver al partido. Poco juego, mucho pelotazo y pelota trabada en el mediocampo fue el resultado de los restantes minutos del inicial, un poco por el mal estado del césped, y otro poco por las limitaciones de unos y otros para generar situaciones de peligro.

En el suplementario, se vió a un Español más comprometido con la causa, quizás con más ímpetu que fútbol, pero queriendo torcer el resultado a su favor. A los nueve minutos, una jugada preparada de un córner precisamente ejecutado por los locales, dejó solo a Jorge Benitez casi en el vértice del área chica sin marca que definió fuerte y rasante al palo del arquero para decretar el empate parcial, un resultado un poco más justo hasta el momento. Aunque el baldazo de agua fría iba a llegar tres minutos más tarde; un centro desde la derecha, sin destino a nada ya que no había ningún jugador de la visita, iba a ser mal capturado por Gastón Brambatti, no logra retener el esférico y se le mete dentro el arco de manera insólita, poniendo nuevamente a los dirigidos por Osvaldo Ruggero arriba en el marcador.
El Deportivo Español siguió insistiendo en la búsqueda del empate, pero sus intentos no tuvieron el resultado esperado: careció de definición en los últimos tres cuartos de cancha, y sucumbió ante un rival que estuvo mejor parado durante casi los noventa minutos. La próxima fecha el local queda libre y terminará el Torneo Apertura en la posición 18, ya que Leandro N. Além, aún ganando, sólo lo podría alcanzar en puntos. El «Lujanero», que ganó la misma cantidad de partidos que su competidor (aunque tuvo más empates), también debe mejorar para el Clausura, deberá ser más punzante en los metros finales y tratar de generar más volumen de juego si quiere ganar más partidos que en este torneo.