Volvió de Italia, entrenó buscando club en el predio de Racing, y firmó con el Xeneize que atravesaba una turbulencia bajo los tres palos. Ni bien llegó, se lesionó y el conjunto de la ribera pudo remendar con un parche su problema en el rol de arquero. Este viernes, Sergio Romero tendrá su debut en la cueva Azul y Oro.
Subcampeón del mundo con Argentina y héroe en aquella tanda de penales con los Países Bajos. «Chiquito» disputó su último encuentro como profesional un 6 de marzo del año pasado cuando, jugando para Venezia, perdió con Sassuolo por 4 a 1.
De aquella función a esta habrán pasado 313 días en los cuales Romero no tuvo actividad oficial. Su regreso se dará ante Everton de Viña del Mar, en un amistoso de verano y en la provincia de San Juan. Sin embargo, el ex Manchester United sabe que el desafío es aún mayor.
Próximo a cumplir 36 años, «Chiquito» apuesta a convertirse en el portero titular de Boca Juniors debido a que Agustín Rossi acordó su salida a Flamengo. Esa vacante podrá ser tanto para él como para Javier García o Leandro Brey.
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