Recién comenzaba la fiesta en Arabia Saudita y no todos habían ocupado sus lugares en el estadio. De hecho, el conjunto local celebraba en las tribunas el inicio del derbi y el humo de las bengalas amarillas le jugó una mala pasada al guardameta visitante.
Al Nassr se puso en ventaja a los cuatro minutos del período inicial con un gol de su delantero estrella. El tándem más peligroso de Medio Oriente conectó con espacios y no le dio respuesta alguna al fondo de Al-Ahli que la fue a buscar al fondo de su cueva.
Sadio Mané tocó por izquierda para la solitaria entrada de Cristiano Ronaldo. El portugués, sin marcás, pisó el área grande y metió un zurdazo cruzado mientras el humo amarillo invadía por completo como si fuese una nube el área de Edouard Mendy que nada pudo hacer para evitar la caída de su valla.
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