Estaban los días y los horarios. Incluso quienes serían los locales en las contiendas de ida ya habían presentado el cronograma pertinente para la venta de entradas. Para peor aún, en 48 horas se iba a dar el primer cruce en Villa Ramallo. Sin embargo desde el Consejo Federal la respuesta fue terminante y, ante la crisis económica que atraviesan los clubes, optaron por no arrancar con la Copa Argentina.

Defensores de Belgrano se preparaba para recibir a Alvarado y abrir el telón de la edición 2016/17 de este campeonato que le da chances a los clubes del interiores de cruzarse con los grandes del fútbol argentino. Seis encuentros más tenía preparados el Federal A y otros tantos el B hasta que la negativa llegó desde Viamonte 1366.

La situación económica se tornó caótica y, asfixiada por donde se lo mire, la casa madre del fútbol argentino no tuvo más respuesta que acatar la decisión. Sin fecha exacta de inicio, todas las fases de la Copa Argentina se dilatrán a la espera de soluciones. El dinero para que arranque el fútbol aún no llegó ni tampoco está en vísperas de que arribe. Y si no hay elecciones el 15 de febrero, todo puede dilatarse hasta que peligre definitivamente este campeonato. Y los demás también.