Asumió la presidencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol en 1986, propulsó la creación de torneos como la Supercopa y durante una década y media fue miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA hasta que en 2013 fue considerado culpable por recibir sobornos para la concesión de derechos televisivos para los Mundiales. Con esos pergaminos se retiró de este mundo Nicolás Leoz, el paraguayo que manejó durante casi 27 años los caminos de la Conmebol.
Nació en Hayes el 10 de septiembre de 1928 y ya nonagenario cumplía una condena domiciliaria en un hospital de Asunción. Su vida estuvo muy vinculada al fútbol aunque también fue el mandamás del Tribunal de Justicia de la Confederación Paraguaya de Básquetbol. Sus gestiones fueron logrando tomar mayor notoriedad al figurar en las primeras planas de Zúrich durante largos períodos y que acabaron de la peor manera.
En los últimos casos que estuvo involucrado dentro del «FIFA Gate» aparecieron sucesos de corrupción para que Qatar 2022 fuese elegida sede para la máxima competencia después de Rusia 2018. Junto a él estaba vinculado Ricardo Texeira, miembro de la Confederación Brasileña de Fútbol. Y esas fueron las luces del ocaso de un dirigente que supo saborear las mieles del estrellato en esta profesión.
En una entrevista al Diario «La Tercera» de Chile, el paraguayo afirmó en 2013 que «Nadie podrá encontrar algo extraño. No recibí un centavo, ni siquiera me ofrecieron dinero en ninguna de mis épocas en el cargo» y luego afirmó que será recordado como un dirigente transparente «porque mi conciencia me dice eso».
En la previa de un partido clave por Copa Libertadores a jugarse en tierras guaraníes, falleció el exponente máximo que la dirigencia del fútbol de dicho país pudo ofrendar. Gobernó durante décadas y, tal vez, su conciencia lo mantuvo en paz hasta el final de su vida. La justicia y la FIFA dijeron lo contrario.
