La jornada transcurría sin problemas en la capital de la República Checa a la espera del encuentro decisivo de la Conference League. Sin embargo, en horas del mediodía, un grupo de fanáticos del Viola atacó un pub donde se encontraban simpatizantes Hammers tomando cerveza.
La trifulca continuó en las coquetas calles de Praga donde se revolearon objetos contundentes, iniciaron focos de incendio y se invitaron a pelear horas antes del cruce de esta noche entre Fiorentina y West Ham para definir un título europeo.
Los vidrios rotos y la hecatombe tuvo final cuando la policía checa puso fin al caos. También se extremaron las medidas de seguridad para lo que será el ingreso al estadio así como también a la hora de la desconcentración una vez conocido el ganador de la Conference League.
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