La memoria la recuperamos ante Brasil con una refrescada de actitud, fútbol y táctica pero nos faltó el resultado. En Barranquilla y por la cuarta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, Argentina volvió a la victoria como en el 2011 y le ganó a Colombia por 1 a 0 con una actuación correcta del conjunto y altos rendimientos para ilusionarse. Lucas Biglia convirtió el único gol del partido y su primer tanto con la camiseta albiceleste.
La espera anticipaba un encuentro duro para correr, trabar y no dar por muerta ninguna bola. Y así fue. Por suerte, los cafeteros no tuvieron su tarde y dejaron respirar a los de Gerardo Martino. Salvo por algunas desconcentraciones atrás, la defensa volvió a mostrarse segura con Otamendi y Funes Mori, que día a día se afianzan más. La inclusión de Mercado en el lateral derecho le dio aire y ánimo para subir en varias ocasiones por dicha banda.
Tal vez, lo mejor del equipo Argentino apareció en el medio con un guerrero de siempre para pelear y recuperar esféricos como Mascherano y dos hombres que no quieren soltar la titularidad: Biglia y Banega. El primero no sólo metió el gol del triunfo sino que también hizo jugar a sus compañeros y ayudó al «Jefecito» en el robo de pelotas y el segundo distribuyó el juego, fue siempre una opción de pase para descansar con la pelota y además participó del único tanto.
Como siempre el esfuerzo de Lavezzi, quien tuvo la primera opción en la primera etapa con un remate por arriba del travesaño, tomó protagonismo con sus corridas peligrosas. Sin realizar una tarea descomunal, la constancia volvió a caracterizar al «Pocho». Angel Di María sigue sin explotar en esta etapa de Selección. El «Fideo» siempre da miedo cuando arranca con pelota dominada pero se pierde en los amagues y las fintas y pierde la esencia de la jugada haciendo una de más. El único delantero de área, Gonzalo Higuaín, otra vez falló en las pocas que tuvo, el cansancio se notó con un calor que no fue tan protagonista como se adelantaba.
Los cambios le dieron aire a Argentina. Paulo Dybala entró por el exhausto Higuaín y fue actor principal de las jugadas más peligrosas: un gol anulado por «offside» y una definición al palo con una gran mediavuelta en el área. Los otros dos cambios quizás no tuvieron tanta relevancia: Gino Peruzzi ingresó con ganas de trepar por el costado derecho y hasta le dio una asistencia al cordobés de la Juventus para anotar un tanto mientras que Enzo Pérez no tocó tanto la pelota por la falta de pocos minutos.
Se necesitaba una victoria como el agua. En tres partidos, Argentina había cosechado una derrota y dos empates con dos presentaciones en el Monumental. La preocupación se calmó y la alarma dejó de sonar por un triunfo resonante ante Colombia, que al final casi lo empata con varios remates al arco. Como en la era de Sabella, la albiceleste toma aire en Barranquilla sin Messi ni Agüero pero con el corazón que de a poco va recuperando el equipo nacional.
