El Verdirrojo montevideano enfrentará a Banfield por Copa Sudamericana y ya se encuentran en Buenos Aires esperando el trascendental encuentro. Si bien su origen es uruguayo, el hecho de estar del otro lado del charco también lo hace sentirse un poco local ya que, el nombre del club, tiene mucho que ver con dos equipos de elite del fútbol argentino.
Nacido el 20 de febrero de 1939, el Boston River fue producto de un pasado digno de décadas donde todavía no existía el bienestar de hoy en día. Por eso mismo, en la esquina de Juan Cruz Varela y Juan José Quesada, aprovechaban el foco de la luz artifical para que un grupo de adolescentes pueda reunirse diariamente a divertirse.
Estos jóvenes, sin lugar en el club del barrio Bolívar por un tema de edad, quisieron tener su propia institución y, apoyados en Antonio López Suárez llevaron adelante el proyecto. Sin embargo, a la hora del armado hubo que pensar en un nombre para el equipo y todo ello lo llevó a tierras argentinas para que la denominación tenga una pizca de uno de los grandes de Rosario, y otro porcentaje total en referencia al Millonario.
El presidente de la nueva entidad montevideana (ahora había nacido del otro lado del Río de la Plata por lo que, antes del origen de esta institución tenía su pasión otro otra. De allí salió el River. Sin embargo el Boston surgió por una sastrería que tenía un buen elenco de empleados aficionados al fútbol. Tan grande fue el furor que, por esas épocas los obreros textiles, cruzaban el charco y descollaban en el viejo estadio de Rosario Central. Y gracias a esa tienda se completó la denominación del Verdirrojo que ya llegó a Argentina para medirse con Banfield donde será visitante, pero con cierto sentido pertenencia por el suelo que estará pisando.
