El Aurinegro lo hizo otra vez y de la misma forma que supo hacerlo a lo largo de su historia sin importar el resultado. El Signal Iduna Park se vistió de emociones, recuerdos y el sueño ya dio paso a los 90 minutos de fútbol para que los jugadores hagan lo suyo en el campo de juego.
La noche del viernes fue de insomnio puro. Borsigplatz no tuvo la calma de otras noches. Quién pudiese pegar un ojo que levante la mano. No obstante, la soleada mañana del 27 de mayo de 2023 comenzó con la emoción a flor de piel viendo miles de almas deambulando vestidas de amarillo y negro por las calles.
En un estadio totalmente repleto, donde no cabía más un alfiler, no hubo mosaico, tifo, ni banderas gigantes. Solo el grito de su gente, la emoción, los estandartes de siempre y las bengalas. A pesar del brillo del sol, la luz la pusieron sus fanáticos. Borussia Dortmund desató una fiesta en la previa que buscará continuar con el título de Bundesliga.
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