Mereció mejor suerte pero el Lobo no sólo entro dormidísimo al partido sino que, cuando despertó desperdició todas las chances que tuvo para ganarlo y acabó perdiéndolo. Complicadísimo con el descenso, el elenco de Fabio Liverani trastabilló por 3 a 2 frente al Rossoblu de Sinisa Mihajlovic de irregular campaña.
Faltando nueve unidades en juego, el Lecce tenía la gran oportunidad de achicar diferencias con el Genoa que horas atrás había perdido con el Inter. Sin embargo, a los 4 del primer tiempo el Bologna ya triunfaba por 2 a 0 complicándole demasiado el asunto al elenco que tuvo como titular al argentino Nehuén Paz entre sus filas.
Justamente un compatriota suyo abrió la cuenta en el Renato Dall’Ara. Al minuto, Rodrigo Palacio punteó una pelota en la puerta del área chica e infló las redes del arco defendido por el brasileño Gabriel. El gol de «La Joya», ex Boca y Banfield, fue una trompada directa al mentón para el Giallorossi que inesperadamente debía remontar, desde el vamos, un 1 a 0.
Con el mentón todavía colorado, el Lecce se transformó en nata cuando, a los 4, Roberto Soriano sacó un remate desde afuera del rectángulo mayor y lo guardó contra la base del palo izquierdo de Gabriel. No sólo era el 2 a 0 en favor del Bologna sino que era un verdadero partidazo del conjunto de Mihajlovic.
Lejos de reaccionar el Lobo seguía sufriendo los embates del dueño de casa. Musa Barrow lo tuvo en dos oportunidades pero en una despintó el caño izquierdo y en la otra el derecho en grandes jugadas personales del oriundo de Gambia y con pasado en el Atalanta. Y, a partir de esta última, la visita reaccionó y despertó definitivamente para complicarla la vida al Rossoblú.
Lecce hizo méritos para descontar y lo consiguió en el momento ideal. Se jugaba el descuento de la etapa inicial cuando partió un córner desde la izquierda. Palacio le pifió al rechazo, la caprichosa le quedó servida a Fabio Lucioni que castigó con vehemencia pero Lukasz Skorupski tapó dando rebote. No obstante, la redonda seguía viva y Marco Mancosu marcó el tanto que le daba algo de esperanza a los de Liverani frente a un Bologna que empezaba a desinflarse.
La complementaria fue casi toda del conjunto visitante. Filippo Falco contó con una oportunidad inmejorable cuando, quebró su cintura y sacó un lindo remate que encontró las yemas del arquero local para que, por último, el travesaño evite la parda en el Renato Dall´Ara. El Rossoblú quería liquidarlo de contra pero el ímpetu del Giallorossi era más en la tarde italiana.
A los 19 minutos, Gianluca Lapadula pudo igualar con un cabezazo de pique al suelo que encontró la notable respuesta de Skorupski. Sin embargo, de tanto ir, el Lecce consiguió el merecidísimo empate gracias a una buena corrida de Falco que pudo meterse dentro del área grande y soltar un misíl que se tornó inatajable para el uno del Bologna.
Claro que el 2 a 2 no los conformaba y en la jugada siguiente estuvieron cerca de ganarlo cuando Mancosu envió un centro y el testazo de Lapadula le sacó astillas al palo izquierdo de la cueva local. El Lobo iba por todo, volcaba el equipo completo en ofensiva, sabía que podía llevarse los tres puntos a casa y ponerle pimienta al descenso. Pero, de saborear la victoria terminaron probando el barro cuando Barrow liquidó el asunto en un contragolpe letal para darle la victoria al dueño de casa.
El Lecce se retiró del Renato Dall´Ara derrotado y dolido. Pudo sumar pero no lo hizo porque entró dormido y porque pagó carísimo el jugarse por entero al 3 a 2 que finalmente le correspondió a un Bologna que, después de un arranque bárbaro y una siesta larguísima, se recuperó sobre el epílogo para festejar en su domicilio. Y también lo disfrutaron el Genoa, el Torino, la Sampdoria y el Udinese.