La Bundesliga parecía terminada hasta la fecha pasada pero el Gigante de Baviera demostró tener un plantel de humanos y le abrió una nueva esperanza al Borussia Dortmund. En la tarde alemana, el líder del campeonato cayó estrepitosamente por 4 a 2 ante un rival que solamente había triunfado en uno de sus últimos siete encuentros.
Fue el batacazo del fin de semana. Para colmo el resultado quedó corto porque Bochum le hizo precio a un Bayern Múnich que arrancó ganando, parecía tener todo controlado en Renania del Norte, y terminó brindando un papelón de esos que no sufría desde la eliminación en la DFB-Pokal en manos del Borussia Mönchengladbach.
La visita abrió la cuenta bien temprano. El francés, Kingsley Coman, le bajó una pelota de cabeza a Robert Lewandowski y el polaco no falló en el área chica con un remate poco ortodoxo pero sumamente efectivo. La alegría para los de Julian Nagelsmann duró poco ya que antes del cuarto de hora, Gerrit Holtmann mandó un centro del costado izquierdo, Christopher Antwi-Adjei controló en la medialuna y metió un zurdazo que se guardó contra la base del palo diestro de Sven Ulreich.
Ocho minutos de descontrol le costaron el partido al Bayern Múnich. A diez para el descanso, Bochum se puso en ventaja porque una pelota dio en el brazo de Dayot Upamecano. Jürgen Locadia se encargó de ejecutar el penal y el neerlandés no falló. Lo que vino después, fueron dos obras de arte dignas de cerrar para siempre el Vonovia Ruhrstadion.
A los 39 Cristian Gamboa inició su joya con un caño. Patrick Osterhage le puso un diamante con una asistencia de taco, y el costarricense sacó un bombazo épico y maravilloso que se colgó del ángulo más lejano de Ulreich. Cuando iban 43, Holtmann metió un zapatazo exquisito desde la puerta del área grande que viajó directo y sin escaladas hasta el vértice superior izquierdo del arco visitante.
La pesadilla del Gigante de Baviera continuó en la complementaria porque, en los instantes iniciales, Robert Schröder le anuló dos goles al dueño de casa por offside. A un cuarto para el cierre, Lewandoswski descontó porque Osterhage despejó a medias una pelota parada y el polaco aprovechó con una patada de karate. Más allá de alguna reacción esporádica y algún tiro en el travesaño del conjunto de Nagelsmann, líder de la Bundesliga, la pasó mal y sufrió una derrota de esas que necesitan dar vuelta de página cuanto antes.
Bayern Múnich llevaba cinco victorias consecutivas fuera de Baviera incluyendo el torneo local y la Champions League. A la memoria le volvieron los fantasmas de ese 5 a 0 que sufrió contra el Borussia Mönchengladbach. Y ahora el que le dio una linda paliza fue Bochum con este 4 a 2 que no olvidará jamás en su vida por el tenor del rival y el precio que le hicieron.
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