El Xeneize tenía realmente un equipazo pero eran épocas donde Vélez Sarsfield se llevaba todo el protagonismo y, hasta sus primos de Núñez, también se perfilaban como para un par de años de viento en popa. Sin embargo, hubo planteles que merecieron mejor suerte como el del Clausura 1995 que terminó en el cuarto puesto por debajo de San Lorenzo, Gimnasia La Plata, y el mencionado Fortín. Hoy, hace exactamente un cuarto de siglo, Sergio Martínez deleitaba al país con una hermosa chilena ante el Globo.
Boca llegaba a la sexta fecha del campeonato como líder del torneo. La jornada anterior, los de la V Azulada habían tropezado con un fuerte Deportivo Español y, el empate como visitante ante Platense depositaban a la escuadra de Silvio Marzolini en lo más alto cuando el otoño encendía la ilusión en toda la ribera.
A los de Azul y Oro se les acercaba un rival que el año pasado había dejado pasar la gran oportunidad de gritar campeón tras 22 años. Ese Huracán era «Deportivo Empate» ya que había registrado cinco pardas en igual cantidad de cotejos. Algunos puntos de los que había rescatado eran muy buenos como ante el Gallgo o frente a Racing, pero otros lo alejaban del gran momento que habían mostrado en 1994.
En la noche del viernes 31 de marzo, Boca se encontró con un camino sin obstáculos. En una Bombonera que aún no se había remodelado, el equipo de Marzolini se fue al descanso ganando por 2 a 0. Sin embargo uno de esos goles fue una inolvidable chilena del «uruguayo» Sergio Daniel Martínez.
Iban 28 minutos del capítulo inicial cuando el Globo no pudo despejar una pelota de su área. Aquél centro venenoso de Alphonse Tchami generó que la pelota quedase boyando a la altura de la mediluna para que el «Toro», Roberto Acuña, volviese a meterla en órbita. Y allí, de espaldas al «Anguila», Marcos Gutiérrez, el atacante de la Selección de Uruguay iba a tirar magia para vencer la retaguardia Quemera.
La chilena del «Manteca» dejó atónito a Gutiérrez que antes del descanso sufrió otra vez la caída de su valla, en este caso por intermedio de un ex San Lorenzo, Fabián Carrizo. Para los de Parque Patricios, que por ese entonces eran dirigidos por un viejo conocido en la ribera como el ´Profe´ Jorge Habbeger, descontaría un tal «Huguito» Morales que después deslumbraría en Lanús, en el Tenerife de España y hasta ganaría la medalla de plata para Argentina en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Estados Unidos, en 1996.
Boca finalmente derrotó por 2 a 1 a Huracán para seguir manteniendo intacta la ilusión de campeonar como lo había hecho en 1992. Sin embargo tras aquél triunfo ante el Globo llegó un empate con Talleres de Córdoba, una caída frente a Racing, una parda con el Granate, y así el sueño se fue esfumando para que aquél Clausura de 1995 lo terminasen dirimiendo San Lorenzo y Gimnasia La Plata en una inolvidable noche de invierno.
