La selección de básquet femenino no dejó que las injusticias y negligencias de la jornada de ayer influyeran negativamente en su juego. Es más, demostraron lo que eran capaces de hacer cuando efectivamente juegan al básquet y vencieron con superioridad a Islas Vírgenes.

Los juegos Panamericanos 2019 serán recordados con tristeza en el mundo del básquet femenino por lo vivido en el (no) partido ante Colombia de ayer. Después de una gran actuación frente a Estados Unidos, rival superior en los papeles, que se definió en los últimos minutos, había que esperar para saber cómo asimilaban el golpe las jugadoras. La respuesta no tuvo grises, se comieron el rectángulo.

El juego comenzó parejo, pero a medida que iban pasando los cuartos, la diferencia en el marcador se iba engrosando considerablemente. Hubo un pequeño susto en el comienzo del tercer cuarto cuando las isleñas encadenaron una serie de nueve puntos seguidos. El equipo argentino pudo recuperarse y ya no hubo sobresaltos hasta el final del encuentro.

Victoria Llorente, con 19 puntos y 8 rebotes; y Andrea Boquete, con 16 puntos, 3 rebotes, y 4 asistencias, fueron las figuras más destacadas en Las Gigantes.

Mañana, a partir de las 15.30 hs, la selección jugará por un quinto puesto, ya que con una victoria y dos derrotas, no le alcanzó para seguir el camino a la medalla.

Más allá de malos tragos y de apuntadas de dedos, lo importante es que Las Gigantes dieron qué hablar, mostraron buen básquet y, sobre todo, un gran corazón.