Durante el confinamiento se informó que la palabra exacta para el hecho de quedarse en casa era «aislamiento social». El término cuarentena, según la Real Academia Española, siempre hizo referencia a un período de 40 días. Y justamente ese vocable le calzó a la perfección al Taladro que hoy cumple ya ese tiempo sin jugar un partido oficial.
El viernes 13 de marzo parecía que la primera fecha de la Copa de la Superliga no iba a comenzar. El debut de este certamen tenía como escenario el Bosque de La Plata que iluminado por un cielo casi rojizo con las copas verdes de los árboles de fondo le daban una imagen única a las desoladas tribunas. La primera medida, jugar sin público, ya auguraba que a Banfield le quedaban noventa minutos por delante para después guardarse en su domicilio hasta nuevo aviso.
Andrés Merlos no tenía problema en arrancar el juego pero los protagonistas se negaban. Estaba pactado para las siete de la tarde, se estiró un poco más, y la presión surtió efecto. Increíblemente, y ante dos entrenadores con alto factor de riesgo que tampoco querían llevar adelante la contienda, el Lobo y el Taladro igualaron 0 a 0. Claro que todavía eso del «distanciamiento» no era vox populi y tanto Diego Maradona como Julio César Falcioni se retiraron abrazados de 60 y 118.
Banfield, tras el empate, volvió a entrenar hasta que el día de San Patricio se decidió desde AFA que la pelota se detuviese por tiempo indeterminado. Lo cierto es que junto a Gimnasia La Plata, los del sur del Gran Buenos Aires, se convirtieron en uno de los primeros clubes de la elite, sacando a River y a Atlético Tucumán, en aislarse de los partidos. Y hoy, a 40 días exactos de ese empate, se puede afirmar que los de Peña y Arenales cumplieron la cuarentena.