Australia venció a Túnez en la segunda fecha del Grupo D de Qatar 2022 e hizo los deberes para soñar con la clasificación a octavos de final del Mundial. El gol de Mitchell Duke le alcanzó para ganarle a los tunecinos en un partido discreto y sin demasiadas emociones en el primer turno del día en el estadio Al Janoub. Los de Oceanía podrían depender de sí mismos en la última fecha si Dinamarca no derrota a Francia mientras que las Águilas del Cártago quedaron muy comprometidas.

Los canguros entraron al juego con la idea clara de meter al rival en su propio campo. Lo hizo y con buenas perspectivas. Abusó de los centros al área tunecina desde las dos bandas pero la estrategia le terminó resultando: Mitchell Duke conectó uno de los enésimos envíos desde el costado izquierdo ejecutados por Craig Goodwin y rompió el cero con justicia gracias a un cabezazo cruzado en el estadio Al Janoub.

Las situaciones no abundaron en el equipo australiano, sin embargo fue el dominador del juego con una actitud y posesión superior a su contrincante. Poco del elenco de Jalal Qaderi que aún así contó con más chances que su rival con la prueba desde afuera del área con un tiro desviado de Mohamed Dräger, otro del mismo jugador cortado antes de tiempo y un derechazo cerquita del palo de Youssef Msakni. Los oceánicos se replegaron sobre el final y jugaron con fuego frente al orgullo africano que aumentó su capacidad futbolística aunque sin éxito durante la etapa inicial.

Las Águilas del Cártago salieron en busca del empate en el segundo tiempo ante las urgencias y necesidades. No fue fácil crear ocasiones de peligro para los vestidos de blanco. Se armó un partido de ida y vuelta con los australianos parados de contra y con el plan del inicio: atacar por los laterales. El nivel de juego bajó considerablemente en el segundo capítulo. Muchas imprecisiones y complicaciones para generar alternativas ofensivas.

Con el correr de los minutos, Túnez inclinó la cancha y Youssef Msakni fue el futbolista que más intentó con dos remates que el arquero Matt Ryan controló con solvencia. Sin embargo, su energía se consumió a pesar de los esfuerzos del final y Australia durmió el partido con marca y viveza para dejar pasar el tiempo y llevó tres puntos para su molino.