El Decano jugó un amistoso de verano pensando en lo que será su debut absoluto dentro de la Copa Libertadores cuando el 31 de enero inicie la segunda fase enfrentando a El Nacional de Quito. Su rival fue el Rojo de Avellaneda con el debut de Ariel Holan en la conducción técnica y todo lo que un estudioso como él podía implicar en el desarrollo del juego. No obstante, en el Padre Martearena de Salta, brindaron un opaco 0 a 0 que quedará rápidamente en el olvido.
A once días de uno de los partidos más importante de Atlético Tucumán en el año, Pablo Lavallén hizo su estreno como DT del equipo, y paró un elenco que tenía una mezcla de titulares y suplentes que pudieron hacerle frente al mix que presentó Independiente. Después de un primer tiempo entretenido, ambas escuadras bajor ampliamente los decibéles para cerrar la contienda con pocas ideas y menos fútbol.
El jugador más claro de la noche salteña fue el «Tit» Christian Ortíz. Algunos de sus remates de media distancia fueron realmente un peligro para la meta defendida por Josué Ayala en la etapa inicial. Otro que también tuvo trabajo en los primeros cuarenta y cinco minutos fue el juvenil, Gonzalo Rehak, quien mostró seguridad cuando le tocó intervenir delante de Fernando Zampedri.
Esas oportunidades que no se aprovecharon en el arranque, no aparecieron en el epílogo. El 0 a 0 calificó a dos equipos que miran hacia el futuro. Independiente porque piensa en el clásico frente a Racing mientras que Atlético Tucumán se cuidó demasiado añorando que llegue pronto el día en que la provincia se vea representada, por vez primera, en un certamen continental.
