ARGENTINA 6 – PERÚ 0: A 40 AÑOS DEL PARTIDO INOLVIDALBE

El fútbol ha estado plagado de incógnitas a lo largo de su existencia. Austria y Alemania Federal protagonizaron un llamativo encuentro en el Mundial de España disputado en 1982 donde quedó eliminada Argelia. A nivel local también generaron sospechas esos pactos de no agresión entre Boca y Oriente Petrolero o River y Argentinos Juniors por citar algunos ejemplos. Sin embargo, una de las historias más inexplicables se dio hace exactamente 40 años, en Rosario, cuando Argentina superó al combinado de Perú por 6 a 0 para meterse en la final de la Copa del Mundo.

Eran épocas de dictadura en el país anfitrión de la máxima competencia. Desaparecidos, extremo control en las calles, poca información en las noticias. Los triunfos del seleccionado de César Luis Menotti acallaban los disparos, los fusilamientos, pero no tenían ningún vínculo con el gobierno de turno. Las victorias eran completamente válidas porque se trataba de un plantel formidable con un trabajo impecable del cuerpo técnico.

Ubaldo Matildo Fillol volando con su buzo verde con la dorsal número cinco. Daniel Alberto Passarella que tampoco vivía con los pies en el césped porque se la pasaba brillando con sus saltos inolvidables. Un tal Mario Alberto Kempes, el único que jugaba fuera del país, logrando meterse a todo un país en el bolsillo con sus goles. Motivos para enamorarse de aquél equipo de Argentina había y de sobra porque futbolísticamente batallaba con buen fútbol en cada encuentro.

El debut fue con triunfo ante Hungría, luego vino la victoria frente a Francia, y en el último partido del grupo fue Italia quien cantó victoria para dejar a la Albiceleste en el segundo lugar. El elenco del ´Flaco´debía abandonar Buenos Aires para afrontar la segunda ronda en el ´Gigante de Arroyito´ donde el sueño comenzó con un triunfo sobre Polonia y un duro empate sin goles con Brasil.

Para que el país anfitrión llegue a la final, debía vencer en el último encuentro, a Perú por una abultada diferencia de gol. La Verdeamarelha tenía una ventaja de tres tantos por sobre el combinado de Menotti y eso los obligaba a meterle cuatro dianas al seleccionado donde brillaban Héctor Chumpitaz, Teófilo Cubillas y Juan Carlos Oblitas entre otros.

Aquella noche en cancha de Rosario Central, el ambiente era un semblante del país. Existía el miedo, sobraban las dudas. Adentro del rectángulo salieron once leones dispuestos a dejarlo todo. Afuera, los militares, seguían haciendo de las suyas mientras los corazones de 25 millones de argentinos se paralizaban por una pelota o tal vez por un fusil.

Kempes abrió la cuenta y Alberto Tarantini estiró la diferencia para irse al descanso 2 a 0. Faltaba otro par de goles para llegar a la final contra Holanda. Si se conseguían, el objetivo estaba prácticamente cumplido. Caso contrario la alegría sería toda brasileña. Ramón Quiroga, arquero peruano, quedó completamente expuesto en la segunda mitad. Ni bien arrancó la complementaria, la Albiceleste se llevó puesto a su rival. El «Matador» marcó el tercero a los 2 minutos y Leopoldo Jacinto Luque logró el ansiado cuarto a los 5.

La polémica continuó cuando René Houseman y el propio Luque decoraron la goleada inapelable que los convertía en finalistas. El 6 a 0 de Argentina a Perú fue motivo de investigación incluso por periodistas ingleses que escribieron un libro llamado: «¿Cómo se robaron la Copa?». Y en ese resultados existieron dos realidades ineludibles: una dictadura capaz de todo y un seleccionado que, con honestidad y buen fútbol, demostró en cancha que mereció besar el oro del Mundial organizado en casa.

 

Acerca de Marcelo Patroncini 22707 Articles
Nació en agosto de 1982. Leonino y soñador. Desde chico jugaba a ser periodista con la máquina de escribir que había en su casa. Amante del fútbol, la gastronomía y los viajes. En 2005 fundó Vermouth Deportivo junto a Fran Alí.