La figura de los leones ha estado muy vinculada a la historia de Baviera pero, hasta en el fútbol, este mamífero también quiso escribir sus páginas más ricas. León Goretzka, en Múnich, fue clave para que Die Mannschaft pudiese empatar 2 a 2 con los Magiares Mágicos y evitar un papelón en la Eurocopa.
Alemania hizo el mejor trabajo de todos el pasado sábado cuando derrotó a Portugal y sacó medio boleto rumbo a los octavos de final. Sin embargo, fuera todos los papeles, Hungría le hizo un partidazo el elenco teutón que la pasó mal y hasta puso en peligro su continuidad en el certamen continental por excelencia.
Bajo un diluvio, La Maquinaria salió decidida a ganar el partido y empezó perdiéndolo. Más allá del intento de Joshau Kimmich que quiso sorprender a Peter Gulacsi en el arranque, fueron los visitantes quienes abrieron el tanteador cuando, a los 11 minutos, Adam Szalai conectó de palomita un centro largo y perfecto de Roland Sallai para guardar la pelota contra la base del palo izquierdo de Manuel Neuer.
Alemania, abajo en el score, dominó el pleito, tuvo la pelota, pero no tuvo suerte para empatarlo antes del descanso. La más clara para los de Joachim Low la tuvo Mats Hummels con un frentazo, tras un córner desde la derecha, que se estrelló en el travesaño. Claro que también el caño salvó al dueño de casa porque, en el inicio de la complementaria, Sallai ejecutó un tiro libre que se estampó en el caño diestro de Neuer.
A los 21 minutos del capítulo final, Die Mannschaft festejó el empate que duró poco. De una pelota parada que cayó en el área, sumado a una mala salida de Gulacsi, Kai Havertz no tuvo piedad para empujar la redonda al fondo de la red y clavar el 1 a 1. No obstante, 120 segundos más tarde, los Magiares Mágicos sacudieron a propios y extraños en una arremetida de Andras Schafer que sorprendía a todos y ponía a los de Marco Rossi en octavos de final.
El reloj le jugaba en contra al conjunto local que trató de no desesperarse aunque quedaba eliminado de la Eurocopa en su propio domicilio. Y, como dicta la historia de la Baviera, un «León» Goretzka llegó para escribir una página gloriosa a cinco del final con un derechazo seco e inatajable que le dio el agónico empate a los germanos.
Hungría, de maravilloso torneo con igualdades de gran porte, quedó sin chances de meterse en la ronda de dieciséis a pesar de estar muy cerca del batacazo en Múnich. Sin embargo, Alemania encontró en un animal hambriento ese tanto que le permitió rescatar un 2 a 2 para meterse en octavos de final donde se medirán ante Inglaterra en un partidazo que promete alquilar balcones.