Las estadísticas de Aldosivi en casa no son buenas. Sólo cosechó nueve puntos de veintidos posibles, números que no convencen en un torneo que necesita de las victorias de local. El tiburón y Temperley empataron cero a cero en el José María Minella y la visita terminó con una cara más convincente ante un rival directo y a domicilio. Un tiempo para cada uno y un empate merecido en Mar del Plata.
El dueño de casa no dudó y salió a buscar el encuentro. Miracco -con un remate y un cabezazo en el travesaño- y Quilez generaron las situaciones más claras de los dirigidos por Quiroz. El trabajo del local fue mejor en el primer tiempo pero el nivel se diluyó con los minutos. El gasolero tuvo la suya con un tiro libre de Gastón Aguirre pero lo más destacado de la visita fue la labor de la defensa, que estuvo concentrada durante todo el encuentro.
Ricardo Rezza cambió un par de piezas y una de ellas fue Pablo Wilchez, quien tendría la primera chance clave del complemento con una gran respuesta de Pablo Campodónico. Minutos después, Gastón Bojanich se perdió un mano a mano con una definición deficiente. Ya el tiburón no era el mismo que en los cuarenta y cinco minutos iniciales y el visitante se sentía cada minuto más cómodo en la cancha. Sin fisuras en defensa, más en el segundo tiempo, el gasolero casi lo gana con un tiro de Wilchez y una atajada de Campodónico evitó la posibilidad.
El punto convenció más a Temperley que a Aldosivi, que venía de cuatro derrotas seguidas. El tiburón fue de mayor a menor y se pinchó tras un primer tiempo aceptable mientras que el gasolero se hizo fuerte en defensa y hasta pudo llevarse los tres puntos a Turdera de no ser por Campodónico. La sonrisa se la llevó Ricardo Rezza y se notó porque los marplatenses no pueden poner primera en casa.
