La fiesta inaugural de la Copa del Mundo de los Estados Unidos, un 17 de junio de 1994, trajo consigo un recuerdo totalmente imborrable. Mientras el Soldier Field de Chicago vivía una fiesta interminable, muchos televidentes locales preferían seguir las alternativas de la persecusión policial de OJ Simpson.
Más allá que el Mundial de 1994 tuvo récord de asistencia y finalmente el público se terminó enganchando con la pantalla chica, ese día de la inauguración sucedió también un hecho completamente inédito. Todo salió bárbaro menos una parte del show de la protagonista principal.
Diana Ross cantó ante más de 63 mil espectadores que esperaban por Alemania y Bolivia. El cierre constaba de ir corriendo hacia uno de los arcos, ejecutar un penal que estaba totalmente arreglado para que el arquero se lo deje convertir, y que que la fiesta continúe.
Lo cierto es que la nacida en Detroit, con un fantástico estado físico a sus 50 años, iba a puro ritmo entonando su hit «I´m coming out». Vestida de rojo furioso llegó al punto clave a once metros de la retaguardia, amagó un par de veces, y pateó afuera. El arco de todos modos se rompió, el arquero se revolcó pero el «uhhh» no tardó en sentirse.
Foto: Mandatory Credit: Jonathan
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