Al partido hay que dividirlo en dos etapas, una hasta la mitad del segundo tiempo y otra muy diferente fue el último cuarto de hora. Desde el arranque del encuentro, Luján fue amplio dominador del juego, lo asfixiaba a su rival, lo desbordaba por las bandas, altos rendimientos individuales (Joaquín Marcos, Gastón Sanchez, Gonzalo Pérez, Juan Cruz Vera Borda…) y con un muy buen juego colectivo generaba peligro constantemente sobre la valla de Arias Navarro, quién se iba transformando en una de las figuras de la cancha.
La apertura del marcador llegó casi por decantación, Vera Borda llegó hasta el fondo y se la sirvió a Federico Carneiro para que de frente le pegue al poste más lejano. Lo mejor que se llevaba Cambaceres al vestuario era la exigua diferencia que poco se asemejaba con la trama del juego.
En el segundo tiempo, todo era más de lo mismo, Luján recuparaba rápidamente la pelota, jugaba el partido en campo rival y dilapidaba situaciones de gol, una tras otra, a veces por falta de precisión en la última puntada y otras por la gran tarde del uno visitante.
Con el transcurrir de la etapa complementaria, el Rojo se comenzó a animar, pudo llevar el juego más lejos de su área y Jonathan Da Luz era una molestia para la defensa Lujanera. A diez minutos del final, cayó el primer baldazo de agua helada en el Campo Municipal de Deportes. Braian Martínez sacó un lateral por la derecha, Jonathan Fernández se escurrió entre lo defensores, llegó hasta la línea de fondo para asistir a Da Luz que se anticipo al cierre de Delfor Minervino en el borde del área chica y, de primera, definió junto a un palo.
A partir del empate, todo fue vértigo, apuro y nerviosismo. Luján fue nuevamente a buscar el triunfo y el encuentro se hizo de ida y vuelta. Cuando se jugaba un minuto de tiempo adicionado, de un pelotazo largo de Arias Navarro, Lautaro Palacios la peina cerca del círculo central, los centrales que no cierran a tiempo y Jonathan Fernández queda de frente al arco para puntearla ante la salida desesperada de Matías Lescano.
Dos llegadas, dos goles para el conjunto de Ensenada que tuvo toda la eficacia que le faltaba a su rival.
A la historia de este partido aún le quedaba un capítulo, un bonus track. Con el tiempo adicionado cumplido, Cristian Benítez sancionó una fuerte falta de Enzo Caroccia sobre Andrés Guzman cerca del vértice del area de Cambaceres y agregó un minuto más de juego. Lescano corrió a buscar al área rival. Tiro libre ejecutado desde la izquierda, cabezazo de Franco Rodríguez, atajadón del uno visitante volando contra un palo. Pero el rebote cayó en los pies de Guzmán que definío fuerte y alto para decretar el empate final.
Solo quedó tiempo para sacar del medio, donde Lucas Villar, viendo que aún Lescano estaba retrocediendo, le dio directamente al arco aunque la pelota se fue por arriba del travesaño junto al pitazo final.
Sabor agridulce para ambos. Luján hizo casi todo bien y mereció ganarlo pero no concreto en la red lo bueno que realizó en el juego durante gran parte de la contienda mientras que Defensores de Cambaceres se lleva un punto valioso de un 2 a 2 muy incómodo desde el arranque mismo del que también se fue masticando bronca porque se lo empataron en la última jugada, en ese minuto extra que Benitez dictaminó que se debía jugar.
Para ambos, a llorar a la Iglesia.
Informe: Javier Dispaldro